- Xóchitl Gálvez, ex candidata presidencial, impugnó ayer ante el Tribunal Electoral federal la elección a la Presidencia de la República.
ÉRIKA HERNÁNDEZ / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- Xóchitl Gálvez, ex candidata presidencial, impugnó ayer ante el Tribunal Electoral federal la elección a la Presidencia de la República, con la advertencia de que no busca la nulidad de los comicios, sino evidenciar la injerencia gubernamental en el proceso.
En el documento de mil 765 páginas, exige a los magistrados no omitir “la realidad fáctica” de todo el proceso y las circunstancias que lo rodearon.
Por ello, pide que en el dictamen de la calificación de la elección midan cómo fue el impacto de la intervención del Presidente Andrés Manuel López Obrador, de la violencia y el crimen organizado, la propaganda millonaria que no se declaró en los gastos de campaña, y la injerencia de sindicatos, gobernadores y dependencias de todos los niveles.
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Por separado, Gálvez presentó un Juicio para la Protección de los Derechos Políticos-Electorales, y el PAN y PRD un Juicio de Inconformidad; sin embargo, ambos contienen las mismas líneas de reclamo.
La acusación central es la injerencia de López Obrador en el proceso electoral, incluso dos años antes de arrancar la contienda formal.
Por ejemplo, se expone, de mil 308 conferencias mañaneras, en 351 ocasiones le hizo promoción a Claudia Sheinbaum y 96 veces habló de manera negativa contra Gálvez.
“El Presidente Andrés Manuel López Obrador utilizó sus conferencias mañaneras para promocionar y difundir a su partido político y candidaturas, así como para denostar y criticar a los actores políticos de la oposición y, posteriormente, sus candidaturas”, es una de las acusaciones, que complementa con versiones estenográficas, videos, y notas periodísticas.
Asegura que estuvo sujeta a violencia política por parte del mandatario, quien además mintió sobre su patrimonio y afirmó que terminaría con programas sociales.
Además, señala, casualmente, en pleno proceso, el tabasqueño sacó su libro “¡Gracias!”, en el que elogia a Sheinbaum y la descalifica a ella.
“Si bien es cierto que no es posible cuantificar de manera exacta el impacto en el resultado de la votación, la Sala Superior debe establecer parámetros objetivos para intentar cuantificar cuántos puntos porcentuales de la votación representa la intervención del Presidente de la República.
“Es decir, no puede quedar en la ambigüedad el impacto y trascendencia de la intervención del Ejecutivo en una elección presidencial, ya que todas estas violaciones fueron graves, dolosas, determinantes y sistemáticas”, asegura.
Tanto Gálvez como el PAN y PRD afirman que no sólo fue la intervención de López Obrador, también de gobernadores, funcionarios federales, dependencias –como la Secretaría de Bienestar y el Centro Nacional de Inteligencia–, del ex ministro Arturo Zaldívar e incluso de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Afirman que se coaccionó el voto con los programas sociales, hubo una injerencia indebida por parte de sindicatos, pues movilizaron a sus agremiados, y un despliegue millonario de propaganda en calles, avenidas y carreteras de todo el país, la cual no fue reportada al INE.
Advierten que la violencia que se vivió en el proceso electoral sí impactó, pues durante el proceso se registraron 750 agresiones, de ellas 82 asesinatos contra aspirantes, operadores y familiares.
La inseguridad, agregan, provocó la renuncia de capacitadores electorales, imposibilidad de instalar casillas y temor de los ciudadanos para votar por la oposición.
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