- El cerco en la Alameda Central y Bellas Artes se completó y excluyó a comerciantes… y peatones.
SELENE VELASCO / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- El cerco en la Alameda Central y Bellas Artes se completó y excluyó a comerciantes… y peatones, quienes deben arriesgarse sobre el arroyo vehicular.
Desde el 22 de julio, el paso peatonal en esta se complicó con la muralla metálica de dos metros y medio de alto que se levantó en el pasillo entre la Alameda y el Palacio de Bellas Artes y sobre Avenida Juárez, pero ayer empeoró.
Sobre Avenida Hidalgo, Calle Doctor Mora y Eje Central se colocó el cerco faltante.
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Estas nuevas vallas también son metálicas, de la mitad de altura que las de dos metros y medio que ya se habían instalado, según el Gobierno, para remodelar el suelo y áreas verdes y desplazar al ambulantaje.
Al ubicarse a ras de la banqueta, obliga a las personas a caminar sobre las avenidas, a menos de 10 centímetros de bicicletas, autos, motocicletas y unidades de transporte público.
Lourdes Escalona sufrió una caída por tener que sortear el arroyo vehicular y buscar por dónde pasar.
“Está mal para el paso peatonal, está mal, mal que lo hagan todo de un jalón, deberían ir por partes”, dijo frente a la Alameda cercada y vigilada por una veintena de policías.
Con la rodilla lesionada siguió caminando con su nieto, pero compartió que regresarían a su casa, porque no se sentía bien y la Alameda se encuentra cerrada.
Al lado de los coches en Juárez, sobre los bordes de las vallas, tuvieron que caminar Aura y su amiga Sara.
“Nos fuimos hasta acá y casi nos pasa una moto. Entonces, no nos podemos pasar y tenemos que ir otra vez hasta el cruce para cruzarnos, porque no sabíamos de esto”, comentó Aura.
“Este caminito es el más peligroso y luego tenemos que caminar y trasbordar, como para qué”.
Eduardo Torres, estudiante, acudió al Centro Histórico a una exposición, pero tuvo que caminar 25 minutos más para rodear el cerco y se arriesgó entre vehículos antes de que pudiera llegar a un cruce seguro.
En Eje Central, junto a Bellas Artes, aunque las vallas se colocaron dejando 50 centímetros libres del borde de la banqueta, sólo puede pasar una persona y la aglomeración hace que desciendan a la vialidad.
Los conductores silbaban sus cláxones para apurar a los peatones.
En Bellas Artes no se observaban obras de remodelación.
Araceli, adulta mayor que se apoya de un bastón, tuvo que descender a Eje Central y caminar al lado de más vehículos sobre Hidalgo.
Lamentó que caminó más de 30 minutos adicionales y hacer cinco paradas para descansar.
“Se nos hizo peligroso porque no sabíamos que estaba cerrado”, explicó.
Daniela y Francisco fueron de visita y se sorprendieron por el cierre.
Francisco pidió que al menos se coloquen vallas para dar paso seguro a peatones.
“Para que sepan los coches que va la gente caminando, porque si no pasan así como si nada”, indicó.
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