- Investigadores concluyen tras revisar las estructuras halladas en Río Bec un control económico fuerte y de una alta concentración poblacional.
STAFF / LUCES DEL SIGLO
CIUDAD DE MÉXICO.- La población prehispánica que habitó el sitio arqueológico de Río Bec, en Campeche, no correspondió a mayas pobres como planteó una misión francesa de investigadores hace años, sino a una súper élite que aún está por descubrirse y que renovará el discurso histórico del sitio.
Así lo dio a conocer el arqueólogo Luis Alberto Martos López en una presentación en la 35 Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia (FILAH), con base en los hallazgos localizados en el tramo 7 del Tren Maya.
Además reveló que uno de los conjuntos ubicados en dicha región, denominado “Los Monjes” tuvo que ser desmantelado y se trasladará a un parque arqueológico en el municipio de Escárcega.
- Financia Embajada de EU campaña mediática contra gobierno de AMLO
- Crece positividad en pruebas Covid
- Plantea AMLO iniciativa sobre financiamiento a las ONG
Martos López dijo “La misión francesa manejó mucho la idea de que la zona de Río Bec, en teoría, fue habitada por ‘los mayas pobres’, quienes carecieron de un rey de élite y, aunque tuvieron algunos centros (de poder), todo lo demás correspondió a un área rural, con población dispersa y asentamientos menores.
“Sin embargo, toda esta concentración de edificios reveló que tuvo complejas unidades residenciales, no eran edificaciones techadas como palapas, sino con bóvedas y, además, en muchas de ellas aparecieron urnas funerarias con deidades”, aseveró el experto.
Destacó que la distancia entre una construcción y otra era de entre 80 y 100 metros, lo que demostraría una concentración importante.
“Tuvimos la oportunidad de hacer la fotogrametría y los planos, y proyectamos que el sitio contó con un sistema de terraceo (muros y terrazas) para encauzar el agua y depositarla en hondonadas, para conformar aguadas o aljibes de uso común”, lo que también hablaría de que hubo agricultura intensiva en la región”, apuntó
Narró que luego de revisar y registrar las concentraciones, y de confirmar la importancia de las estructuras halladas en los últimos tres años, “todo este sistema habla de un control económico muy fuerte y de una alta concentración poblacional muy organizada”.
Y eso explicaría por qué pese a que los habitantes de Río Bec vivieron entre Calakmul y Dzibanché nunca fueron asimilados por ambos pueblos.
LOS MONJES
Un caso especial es el espacio conocido como “Los monjes”, destacó Martos López, un complejo muy grande que tuvo un patio con celosías y un salón de consejo de al menos 26 metros de largo; lo cual no habla de un asentamiento rural”.
Sin embargo, reconoció que debió desmantelarse y se rearmará en el sitio de Xpujil, también en Campeche. “Hubo que moverlo por la traza del Tren Maya, lo que habla de que fue un complejo residencial de una súper élite”.
¿Cómo fue el proceso? “Ya que acabó la exploración, se limpió todo el edificio, se numeró piedra por piedra, se hicieron fotos, fotogrametría y luego las movimos a un terreno para después llevarlas a Escárcega”.
¿Por qué Escárcega? “Porque ahí se construye un parque arqueológico y, posiblemente, a finales de este año, la colocación del complejo quede terminada. También hay otro parque en Chetumal y en algunas estaciones (del Tren Maya) se levantarán algunos de estos monumentos”.
¿Cuánto abarcaba el conjunto? “Tenía una forma zigzagueante, pero calculo que podría llegar a los 80 o 100 metros”.
¿Es algo nuevo el traslado de pieza por pieza? se le cuestionó, “No, en Abu Simbel, Egipto, los colosos de Ramsés II se iban a quedar abajo del agua porque construyeron una presa y también numeraron pieza por pieza y los levantaron más arriba, fuera del agua. También hay un templo egipcio que iba a quedar abajo en la misma presa y hoy está en Madrid, en un parque. Sí se ha hecho eso de mover edificios”.
Río Bec es una región que se ubica en el sur de Campeche y forma parte del municipio de Calakmul, donde hace más de un siglo se ubicó una serie de estructuras arquitectónicas pertenecientes a la sociedad maya del periodo Clásico. Sin embargo, Martos consideró que “hay nuevos elementos para analizar desde otra narrativa al sitio, y hacer nuevos estudios de integración política, de desarrollo económico y del medio ambiente”, que arrojarán nuevas hipótesis sobre sus habitantes, explicó.
Te puede interesar: Hallan nueva estructura de edificio
