- El caso de violencia vicaria en contra de Gabriela Pablos Saucedo, radicada en Ciudad de México, fue admitido en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
VIRIDIANA MARTÍNEZ / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- El caso de violencia vicaria en contra de Gabriela Pablos Saucedo, radicada en Ciudad de México, fue admitido en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por las violaciones sufridas por autoridades de todos los niveles del Gobierno de México.
“(Estamos) muy emocionadas porque estamos resistiendo y luchando contra la violencia institucional y el terrorismo machista de la violencia vicaria”, dijo Pablos.
El caso es llevado por la Red Solidaria Década Contra la Impunidad A.C. La petición fue ingresada en febrero pasado y el 15 de agosto la CIDH les notificó que el caso está en etapa de admisibilidad, es decir, se comprobaron las violaciones que existen.
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El Gobierno mexicano tiene tres meses a partir de esa fecha para mandar sus observaciones y, en caso de ser necesario, un mes más, pero no podrá pedir prórrogas porque hay una separación de un menor de su madre.
Si no contesta el Gobierno en ese plazo, seguirá el procedimiento.
Es el segundo caso de violencia vicaria en México que llega ante la CIDH. El primero fue el de Blanca Paredes, de Jalisco, admitido en junio de este año y están en espera de que el caso de Elisa Zaldívar, de Quintana Roo, también sea aceptado.
Pablos señaló que es un paso importante hacia el reconocimiento de la violencia ejercida por padres que le quitan a las mujeres a sus hijos e hijas para seguir dañándolas.
En países, sobre todo, anglosajones y nórdicos esa agresión está señalada como abuso post divorcio, no obstante, que se trata de una violencia de género que requiere visibilizarse, señaló.
En 2020 Michel, quien era su pareja le quitó a su hijo de siete meses de nacido. Ocurrió después de que decidió separarse de él porque la agredió físicamente.
Hasta ahora, él sigue teniendo al menor y continúa el juicio por la guardia y custodia, pese a que ella comprobó que no es adicta como él lo señaló, además de otras pruebas a su favor.
Tras cuatro años ha conseguido dos visitas al menor en las últimas semanas.
Michel además se alió con el papá del hijo mayor de Gabriela para que este le quitara a su otro hijo. Él se quedó con la guardia y custodia en un juicio en Sinaloa del que nunca fue notificada; no obstante, ella ha logrado mantenerlo a su lado.
“Aunque nos cierren todas las puertas en el País, nos tiren de locas, quieran atropellar nuestros derechos una y otra vez, siempre hay otro lugar, otra manera de acceder a la justicia”, agregó.
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