- El espectáculo no sólo estuvo en la cancha durante la final del US Open, sino también en las gradas, por la alta concurrencia de famosos registrada ayer en Nueva York.
STAFF / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- El espectáculo no sólo estuvo en la cancha durante la final del US Open, el Abierto de tenis Estados Unidos, sino también en las gradas, por la alta concurrencia de famosos registrada ayer en el Ashe Stadium de Nueva York.
Al encuentro se dieron cita Matthew McConaughey, que lució un paliacate con la bandera estadounidense en la cabeza; Jon Bon Jovi, quien convivió con la ex tenista Billie Jean King, y Andrew Garfield, actor que saludó cuando las cámaras del estadio lo enfocaron.
Eddie Redmayne conversó con Anna Wintour, la redactora jefa de Vogue, mientras las famosas Kendall Jenner y Emily Ratajkowski ponían su atención en el juego.
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Pero quienes se robaron la atención de los presentes y los más comentados en redes fueron Taylor Swift y su novio, Travis Kelce.
Las cámaras no perdían detalle de sus besos, de cómo miraban el juego abrazados. Cantaron “I Believe in a Thing Called Love” de The Darkness y bailaron “Tití me Preguntó”, de Bad Bunny, quien también asistió al encuentro.
La pareja estuvo acompañada de dos de sus amigos cercanos, el mariscal de campo de Kansas City, Patrick Mahomes, y su esposa Brittany.
El abrazo y las sonrisas entre ambas mujeres sorprendió a algunos, tras rumores de que la cantante se había distanciado de Brittany porque ella había mostrado su apoyo a Donald Trump con “me gusta” en sus publicaciones en redes.
Dustin Hoffman, Justin Theroux, Jane Krakowski, Jon Hamm y Liev Schreiber fueron otras celebridades presentes.
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