Admiten en Sinaloa desabasto de víveres

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Admiten en Sinaloa desabasto de víveres
  • La escalada de violencia por la confrontación entre dos fracciones del Cártel de Sinaloa provocó el desabasto de alimentos en pueblos y rancherías de Sinaloa.
MARCOS VIZCARRA / AGENCIA REFORMA

CULIACÁN, SINALOA.- La escalada de violencia por la confrontación entre dos fracciones del Cártel de Sinaloa, que ha dejado al menos 36 ejecuciones y constantes enfrentamientos armados, provocó el desabasto de alimentos en pueblos y rancherías de al menos seis municipios de Sinaloa.

La zona afectada abarca el sector rural de Culiacán, la capital estatal, y en los municipios de Elota, Eldorado, Cosalá, San Ignacio y Concordia.

El Gobierno de Sinaloa, encabezado por el morenista Rubén Rocha, admitió que hay desabasto de alimentos y que se inició una jornada de entrega de despensas para las familias afectadas por la violencia.

“Ya ustedes (medios de comunicación) también estaban dando reporte. Pedí a la Secretaría del Bienestar que haga una relación para enviar víveres”, expresó el Mandatario estatal en entrevista.

De acuerdo con fuentes locales, el desabasto de alimentos y otros productos básicos se desató por los hechos violentos en zonas rurales como Baila, Pueblos Unidos, Emiliano Zapata, El Salado, Quilá, Costa Rica, Eldorado, Laguna Colorada, entre otros, y la captura de carreteras y calles con bloqueos y barricadas.

Las agrupaciones del Cártel que están enfrentadas y que desataron la violencia desde el pasado 9 de septiembre son “Los Chapitos”, encabezada por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, y la que dirige Ismael Zambada Sicairos, alias “Mayito Flaco”, hijo de Ismael “El Mayo” Zambada.

Pobladores de Culiacán han señalado que prefieren quedarse en sus casas antes que salir a la calle ante el temor de encontrarse con enfrentamientos armados, mientras que en  la sindicatura Emiliano Zapata se denunció la instalación de un retén de hombres armados en el cruce hacia Pueblos Unidos.

El síndico de Emiliano Zapata, José Guadalupe Melgar Reynaga, expresó durante el fin de semana en su cuenta de Facebook que 12 pueblos que comprenden la sindicatura de Emiliano Zapata están sufriendo escasez de víveres.

“Los bloqueos y las balaceras entre los grupos no han dejado que llegue la comida al rancho, no quieren ir los camiones con comida y las tiendas están vendiendo bien caro en el rancho”, denunció una mujer de 27 años originaria de Emiliano Zapata.

“Con el desabasto le han subido a los precios de la carne, la leche y la verdura, a todo”.

La titular de la Secretaría del Bienestar estatal, María Inés Pérez Corral, indicó que no se tenía información completa sobre el número de comunidades, pueblos y rancherías afectadas por la escasez de productos básicos y dijo que aún debía hacerse un registro de necesidades.

El desabasto de alimentos fue una consecuencia de la escalada de violencia en Sinaloa a partir del 9 de septiembre. Desde ese día se han reportado hasta 36 asesinatos, 37 desapariciones forzadas, 29 enfrentamientos y 27 personas detenidas.

Esa violencia ha generado el cierre de negocios y comercios, así como la disminución de horas hábiles para la atención al público en supermercados y mercados. Hay empresas de abarrotes, surtidoras de frutas y verduras que suspendieron el transporte de mercancías a zonas de conflicto.

De acuerdo con el Colegio de Economistas de Sinaloa, las pérdidas diarias por un día sin labores normales ronda los 567 millones de pesos, únicamente en Culiacán.

El Gobierno de Sinaloa llamó a la población a salir de sus casas con la vuelta a actividades escolares presenciales, con la idea de hacer que madres y padres también se reactiven y puedan acudir a hacer compras.

Ese llamado, sin embargo, ha sido rechazado por comités de padres y madres de familia en escuelas públicas de educación básica, mientras que universidades públicas como la Universidad Autónoma de Occidente y la Universidad Autónoma de Sinaloa (las principales universidades del Estado) decidieron retomar actividades de manera virtual.

Autoridades estatales reportaron ayer un nuevo enfrentamiento entre militares y sicarios en la Colonia La Campiña, con saldo de un soldado muerto.

“Escuché la balacera y eso fue lo que me despertó. Yo siempre vengo a caminar aquí al parque”, dijo Santiago, un hombre de 65 años que caminaba sobre la calzada de Los Sabinos apenas a dos cuadras donde el cuerpo de un militar yacía en el piso.

Tan sólo el domingo fueron encontrados los restos de cinco hombres en la zona sur de Culiacán, cuyos cuerpos tenían impactos de bala, huellas de tortura y sombreros colocados entre la sangre.

Aunque no se encontró un mensaje escrito, el hecho de que todos tuvieran sombreros hizo asociarlos al apodo que también tiene “El Mayo” Zambada, que es “El Señor del Sombrero”.

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