- La redensificación nació para hacer más departamentos y que su venta permitiera autofinanciar la reconstrucción de edificios dañados por el sismo del 19 de septiembre de 2017.
ALEJANDRO LEÓN / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- La redensificación nació para hacer más departamentos y que su venta permitiera autofinanciar la reconstrucción de edificios dañados por el sismo del 19 de septiembre de 2017, pero esta figura que implementó el Gobierno capitalino fracasó.
Vía solicitud de transparencia, el Fideicomiso para la Reconstrucción respondió a REFORMA que la Comisión en la materia llevó a cabo las obras de 40 inmuebles bajo dicho mecanismo.
En los cuales, fueron edificados 452 nuevos departamentos que están en proceso de venta, detalló.
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Sin embargo, de ese universo, apenas 61 departamentos se encuentran apartados, fue entregado el enganche o fueron liquidados.
El Fideicomiso aseguró que han captado 44 millones de pesos por las ventas, pero no transparentó el monto del costo que tuvieron este tipo de hogares.
Para que los edificios dañados fueran intervenidos bajo redensificación por la Comisión para la Reconstrucción o por el Instituto de Vivienda (Invi), en varios casos las personas damnificadas tuvieron que sacrificar los metrajes originales de sus viviendas.
Por ejemplo, en Pestalozzi 611, en la Colonia Narvarte, Alcaldía Benito Juárez, los departamentos pasarán de 134 metros cuadrados a 100.
A siete años del temblor, los poseedores no han regresado a casa porque en el predio apenas se hacen trabajos de nivelación, excavación y retiro de material, entre otros aspectos.
“(Las cifras reflejan) que la redensificación no sirve, o sea, no sirve como figura financiera.
“La redensificación tiene muchos componentes morales (…), cuando a ellos (los afectados) les entregaban departamentos con acabados mucho más básicos, entonces, mucha gente se sentía como que ‘oye, pues yo doné parte del suelo urbano en el que está mi vivienda para poder hacer este proceso y yo no estoy viendo los beneficios'”, comentó Naxhelli Ruiz, investigadora del Instituto de Geografía de la UNAM.
Las viviendas de 16 edificios redensificados son ofertadas en el portal de Servicios Metropolitanos (Servimet), a precios variables.
Un departamento de 93.62 metros cuadrados en Pacífico 455, en el Pueblo de La Candelaria, en Coyoacán, tiene un valor de 3 millones 626 mil pesos.
En Chapultepec 444, en la Colonia Roma Norte, Alcaldía Cuauhtémoc, un hogar de 105.80 metros cuadrados es vendido en 5 millones 917 mil pesos.
La docente Naxhelli Ruiz cuestionó los precios de los departamentos, pues no se contempló que fueron reconstruidos en predios donde ya hubo riesgos y consecuencias.
“Ellos no están considerando el valor detrimental del riesgo en el precio de la subasta, eso debería ser considerado y eso es parte de la razón que explica por qué las personas no están comprando estos departamentos.
“A un precio de mercado altísimo, o sea, creo que ahí se debió de haber evaluado de manera distinta, y eso es uno de los temas pendientes que tiene la Ciudad. ¿Cómo integrar el valor del riesgo que tienen muchas de las edificaciones en los procesos de evaluación inmobiliaria?, le tienen un montón de miedo a eso”, apuntó.
El pasado 9 de septiembre, el Gobierno de la CDMX, que encabeza Martí Batres, reconoció que la redensificación no tuvo el éxito esperado.
Motivo por el que buscarán modificar la Ley de Reconstrucción para que las viviendas sean rentadas y así generar ganancias.
RETRASAN OBRA
Las personas damnificadas de Rumania 918, en la Colonia Portales Sur, dieron su visto bueno para que el edifico fuera reconstruido bajo la figura de redensificación porque el principal beneficio que les expuso la Comisión fue que no pondrían dinero de sus bolsillos.
El jueves se cumplirán siete años del temblor y los afectados tampoco han podido regresar a sus hogares.
A la fecha, el proyecto continúa en obra, luego de que los trabajos comenzaron apenas en 2023.
El nuevo inmueble contará con 22 departamentos, siete de ellos para redensificación.
La medida provocará que las viviendas originales sean reducidas de 102 metros cuadrados a 97.
Eduardo Becherell y Benjamín Jiménez, quienes son damnificados y representantes legales, coincidieron en que autoridades no les han dado pormenores sobre los recursos que obtendrán del programa.
Consideraron que hubo tres momentos que retrasaron el proyecto de Rumania 918, el primero de ellos el cambio de Gobierno en 2018 de PRD a Morena.
Mientras que con el ex Comisionado para la Reconstrucción, César Cravioto, vieron un estancamiento; y, como tercer factor, identificaron una mala selección de las empresas constructoras.
Recordaron que una de las compañías, de nombre Buma, recibió un anticipo de cerca de 11 millones de pesos, pero le fue rescindido el contrato debido a trabajos incumplidos.
Razón por la que autoridades capitalinas le pidieron regresar recursos no ejercidos, pero los afectados desconocen si la empresa ya regresó el monto aproximado de 6 millones de pesos.
“Nos asignaron tres constructoras diferentes, por razones macabras, una robó dinero, otra se echó para atrás y, la tercera, es la que está construyendo”, denunció Becherell.
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