Entre tensiones y acuerdos, Javier Corral defiende Reforma Judicial en busca de consensos

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  • El senador considera ‘clave’ la construcción de puentes de comunicación con opositores.
FELIPE VILLA 

CIUDAD DE MÉXICO. – En el ambiente solemne y tenso del salón de sesiones del Senado de la República, donde hace un par de semanas se escribió el histórico capítulo de la aprobación de la Reforma Judicial, el eco de los últimos votos aún resuenan al interior del recinto y de los propios senadores protagonistas del momento como Javier Corral Jurado, presidente de la Comisión de Justicia, consciente del encono que se respira en la Cámara Alta donde el debate sobre la independencia de los Poderes y el fin del control de la oligarquía mexicana se mantiene candente.

Cargado de un aire denso por el cruce de acusaciones y defensas entre las distintas fuerzas políticas, el recinto es ahora el escenario en el que Corral asume la responsabilidad de defender esta reforma. “Estamos construyendo un puente de comunicación”, introdujo el senador en rueda de prensa y refiriéndose a la importancia del diálogo no solo con sus aliados, sino también con la oposición, con la esperanza de que se logren consensos en la elaboración de las leyes secundarias.

En medio de un ambiente de desencuentros, Corral destacó la relevancia de los Comités de Evaluación y el Tribunal de Disciplina Judicial como mecanismos claves para materializar la reforma. Con un tono pausado, pero firme, subrayó la importancia de integrar estos comités con “personas a prueba de balas, con expertise jurídica, integridad personal y honestidad”.

Aquí es donde la batalla política parece tener su punto más álgido: la oposición teme que Morena busque controlar el Poder Judicial, un temor que Corral se apresuró a disipar. “No podemos equivocarnos”, recalcó, enfatizando que esta es una oportunidad única para demostrar que no hay intenciones de concentrar el poder.

El salón, aunque silencioso, se percibe cargado de tensiones. Hace apenas unos minutos, la oposición, liderada por voces como la del senador Ricardo Anaya Cortés, acusó que la reforma podría abrir las puertas para que el oficialismo tome “control absoluto” del Poder Judicial. Las miradas de los reporteros que rodean a Corral esperan ansiosas su respuesta. 

Sin perder la calma, el senador insiste en que la reforma será vigilada para garantizar su correcta implementación. “La esperanza de la división de poderes está en esta comisión”, señaló, refiriéndose al reto de diseñar una legislación secundaria que no decepcione a los ciudadanos.

Corral no eludió las preguntas difíciles. Enfrentado con la desconfianza que muchos expresan sobre la supuesta afinidad política de algunas ministras actuales con Morena, el senador enfatizó que la clave está en los perfiles que integren los órganos judiciales. “Este es un reto para elevar el nivel de la discusión política en México”, subrayó. Para Corral, más allá de las disputas partidistas, lo que está en juego es la construcción de un modelo de justicia más accesible y democrático.

Mientras el reloj político de Claudia Sheinbaum espera marcar sus primeros minutos como presidenta constitucional, la Cámara de Senadores parece estar atrapada en una carrera contra el tiempo. La reforma, que ha sido presentada como un golpe final al control faccioso de las élites, debe traducirse en resultados tangibles antes de las próximas elecciones populares de jueces, magistrados y ministros, que ya están programadas para 2025 y 2027.

El senador Corral, consciente de los plazos que impone la reforma, señala que el desafío no es menor. Las leyes secundarias y los mecanismos de implementación no pueden apresurarse, pero tampoco se puede permitir el retraso. “La Legislación Secundaria puede ir a la par de toda la Legislatura”, dijo con tono de serenidad, asegurando que habrá tiempo suficiente para debatir y perfeccionar el modelo de justicia propuesto.

La atmósfera política dentro del Senado, aunque crispada, refleja la magnitud del cambio que esta reforma promete. Corral no esquivó los temas más delicados, desde la posible pérdida de documentos de ciudadanos hasta las críticas a reformas pasadas, como la impulsada por el expresidente Ernesto Zedillo. 

Al ser cuestionado sobre las recientes declaraciones de Zedillo, quien ha vuelto a la arena pública para criticar las reformas actuales, Corral no dudó en señalar que el expresidente ha guardado silencio durante casi 30 años, eludiendo los problemas que su propia reforma judicial de 1994 dejó sin resolver.

Al final de la rueda de prensa, lo que quedó claro es que la Reforma Judicial, aunque aprobada, enfrenta retos mayúsculos en su implementación. La tarea que tiene por delante la Comisión de Justicia será definir los detalles de un nuevo sistema que promete desformalizar y democratizar el acceso a la justicia, pero que deberá hacerlo en medio de un ambiente político plagado de desconfianza y tensión. 

Con tono diplomático pero resuelto, Javier Corral dejó claro que el Senado tiene mucho trabajo por delante y que la clave será mantener abiertos los canales de diálogo y consenso.

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