- Hace unos días se decretó el Área Natural Protegida ‘Felipe Carrillo Puerto’.
OMAR ROMERO
CANCÚN, Q. ROO.- Con la declaratoria de Área Natural Protegida “Felipe Carrillo Puerto”, ubicada en los municipios de Solidaridad, Cozumel y Tulum, se resguardarán más de 53 mil hectáreas de selvas tropicales en buen estado de conservación, manglares, sabanas, palmar y matorral costero, así como mil 063 especies de animales.
México ahora cuenta con 227 espacios bajo protección federal administrados por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
Hace unos días, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) publicó el decreto de área natural de protección de flora y fauna “Felipe Carrillo Puerto”, que incluso abarca el banco de materiales de la empresa Calica, de la estadounidense Vulcan Materials.
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La dependencia federal aseveró que no se trata de una expropiación, sino de la declaratoria de protección de los recursos naturales de México como un derecho al medio ambiente sano de sus habitantes.
En la nueva área se busca fortalecer un continuo de selvas características de la provincia de la Península de Yucatán y humedales costeros, como aguadas, que brindan refugio y alimento a animales, plantas, peces e invertebrados, ayudan al control de inundaciones.
Además, funcionan como barrera ante huracanes e intrusión salina, mejoran la calidad del agua y favorecen la polinización, entre otros beneficios ambientales.
Asimismo, se genera una gran oportunidad para cuidar la naturaleza, por lo que la conservación del sitio se extenderá a la restauración, mantenimiento, aprovechamiento sostenible y mejora del entorno.
La nueva área es de gran relevancia para la protección de mil 063 especies de animales y plantas, entre las que destacan el mono saraguato negro y el mono araña, primates mexicanos en peligro de extinción, pues más de la mitad del sitio es considerado prioritario para su conservación.
Igualmente, se favorece la conectividad biológica de la costa con las selvas tropicales, esenciales para la conservación de especies en riesgo, como el jaguar y otros felinos, facilitándoles alimentos, agua y refugio, para mantener poblaciones sanas y evitar el aislamiento de sus poblaciones.
De igual forma, se protege a especies como el loro frente blanca, sujeto a protección especial; al pavo ocelado, endémico de la Península de Yucatán.
También a la iguana espinosa rayada, señalada como amenazada; la lagartija escamosa pintas amarillas que es endémica de la Península de Yucatán. Y entre los mamíferos al jaguar y al ocelote, ambos en peligro de extinción.
Adicionalmente, se preservan al menos 34 especies polinizadoras, de las cuales 22 son insectos (mariposas, polillas y abejas); por ejemplo, la xunan kaab, la abeja sin aguijón, la polilla esfinge de las lianas y la polilla de los amates; y 12 vertebrados como el colibrí canelo y el colibrí cándido, entre otros.
