Biblioteca Central gasta casi 70% de presupuesto en aire acondicionado

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La Biblioteca Central de la UNAM eroga casi 2 millones 500 mil pesos en ‘aire acondicionado’, desde 2020 a la fecha.
ZÓSIMO CAMACHO

CIUDAD DE MÉXICO.- La Biblioteca Central de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) eroga casi 2 millones 500 mil pesos en “aire acondicionado”, desde 2020 a la fecha.

La cantidad representa cerca del 70 por ciento del presupuesto destinado al mantenimiento del inmueble, a pesar de que en el emblemático recinto sólo tres de los 12 pisos cuentan con equipos de climatización y de que el desembolso se mantuvo constante en plena pandemia, cuando la Universidad estuvo cerrada.

Al respecto, la UNAM aclara a Luces del Siglo que el servicio de aire acondicionado en la Biblioteca Central no se puede interrumpir, aunque el recinto se encuentre cerrado. Lo anterior, porque los “libros deben conservarse” a una temperatura adecuada.

Por medio de la Dirección General de Comunicación Social, la UNAM explica que, durante la pandemia, “los servidores de las bases de datos, catálogos y servicios en línea siguieron funcionando”. Todo, “para atender las necesidades de la comunidad universitaria, aun cuando (la institución) estuviera cerrada”.

Reconoce que el servicio de aire acondicionado representa “el 50 por ciento de la partida de mantenimiento” de la Biblioteca Central. Sin embargo, los contratos, de los cuales Luces del Siglo tiene copia, muestran que la erogación por la climatización significa casi el 70 por ciento del rubro de mantenimiento.

De enero de 2020 y hasta abril de 2024, la UNAM erogó 3 millones 519 mil 819 pesos en el mantenimiento de uno de sus inmuebles más emblemáticos, la Biblioteca Central.

De esa cantidad, un total de 2 millones 424 mil 610.09 pesos se destinó al pago de “aire acondicionado” a un contratista. Lo anterior, a pesar de que el edificio sólo cuenta con este sistema en tres de los 12 pisos, dos sótanos, un basamento y una planta principal.

Más aún, los pagos por el aire acondicionado se mantuvieron en plena pandemia de Covid-19, cuando la Universidad estuvo cerrada a causa de las medidas de distanciamiento social para reducir la propagación del virus SARS-CoV-2. La UNAM, incluso, fue de las instituciones que más demoró en regresar a las labores presenciales. Lo hizo hasta el 8 de agosto de 2022.

Uno de los pisos con aire acondicionado es el primero, que ocupa la Dirección General de Bibliotecas y Servicios Digitales, a cargo de la doctora Elsa Margarita Ramírez Leyva. Otro es el tercero, donde se encuentra el área de informática. Y el último, el octavo, que alberga al Departamento de Tesis. Sólo se pone en funcionamiento el de la Dirección.

Lo que sí se encuentra instalado en todos los pisos es un sistema de extracción de aire. Estuvo sin funcionar, averiado, de 2013 a 2023. Se anunció la reparación de este equipo el año pasado, pero la orden desde la administración de la Biblioteca es “no prenderlo”, según trabajadores universitarios adscritos al recinto.

Otros gastos reportados por la institución en la Biblioteca Central se refieren a albañilería y servicios de fumigación o reparaciones de plafón, por ejemplo, actividades que deberían estar a cargo del personal de mantenimiento, es decir, de los recursos humanos de la propia Universidad.

Por lo tanto, no se justificaría la contratación de personas físicas o morales para cubrir esas labores, a decir de trabajadores asignados a la Biblioteca, integrantes del Sindicato Trabajadores de la UNAM (STUNAM).

Por año, la Universidad destinó al mantenimiento de la Biblioteca Central 900 mil 422 pesos en 2020, misma cantidad que reportó en 2021. Para 2022 erogó 675 mil 316. En 2023, 702 mil 328. Y de enero a abril de este 2024 erogó 341 mil 331 pesos.

Las cifras están contenidas en el oficio DGBSDI/0537/2024, que la UNAM emitió en respuesta a una solicitud de información presentada por medio de la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública.

La Biblioteca Central es un icónico inmueble que alberga el mayor catálogo de libros para consulta de estudiantes de todos los campus de la UNAM. El exterior del edificio, en sus cuatro costados, alberga el mural Representación Histórica de la Cultura, autoría de Juan O’Gorman.

Desde 2007, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por su sigla en inglés) la considera Patrimonio Cultural de la Humanidad, junto con el campus central de Ciudad Universitaria.

Ocupa un lugar preponderante en el casco del campus central de la Universidad y constituye uno de los mayores emblemas culturales de México.

AIRE ACONDICIONADO, PRINCIPAL GASTO EN PANDEMIA

El día 1 de enero de 2020, la UNAM firmó el contrato de prestación de servicios CA-16414-2619-29-XI-19 por 408 mil 719.04 pesos para el “mantenimiento preventivo y correctivo a los Equipos de Aire Acondicionado” instalados en la Biblioteca Central.

En el documento se desglosa el costo de los trabajos en 352 mil 344 pesos más el impuesto al valor agregado (IVA) por 56 mil 375.04 pesos.

La Universidad comprometió con el prestador de los servicios, Demetrio Ramiro Torres Sevilla, 12 pagos mensuales. Cada uno, por 34 mil 59.92 pesos.

Según las declaraciones del contrato, el trabajo se adjudicó directamente, luego de que la institución revisara “tres cotizaciones” y elaborara un “cuadro comparativo entre ellas”. Los pagos se realizaron puntualmente.

Pero los gastos de la UNAM en el aire acondicionado de la Biblioteca Central habían iniciado un año antes. En la relación de gastos de 2020 se incluyen las facturas de 2019. Se le pagaron al mismo proveedor 364 mil 848.20 pesos, comprometidos en 12 pagos mensuales de 30 mil 403.60 pesos.

Así, en 2020 se destinó al aire acondicionado el 85.91 por ciento del total del presupuesto para mantenimiento de la Biblioteca Central, la cual estuvo cerrada por pandemia.

Otros gastos de mantenimiento fueron por trabajos de electricidad y “reparaciones varias” contratados con diversos proveedores por 13 mil 780 pesos; albañilería, por 73 mil 288.80; renovación de alumbrado, por 88 mil 426, y más trabajo reportado como de “electricidad”, por 33 mil 216 pesos.

Este último, en realidad, por el pago por “trabajos de plomería y reparaciones varias en diferentes áreas de la Biblioteca Central” así como “servicios de limpieza y mantenimiento de edificios generales y de oficinas”. La factura fue emitida por la persona física Arturo Frías Bautista el primero de febrero de 2020.

Trabajadores de la Biblioteca temen invasión a sus funciones y pérdida de su materia de trabajo con este tipo de asignaciones, pues son tareas que ellos podrían haber realizado.

Además, se destinaron 202 mil 990.56 pesos a trabajos que efectuaron los trabajadores de la Universidad, mediante la Cláusula 15 del Contrato Colectivo de Trabajo. Se realizaron tres ministraciones: 81 mil 640, 22 mil 400 y 98 mil 950.56 pesos.

El 1 de enero de 2021 la UNAM y Ramiro Demetrio Torres Sevilla firmaron un nuevo contrato. Bajo el número CA-17229-698-14X-20, de nueva cuenta la institución adquirió “servicios de mantenimiento preventivo y correctivo a los Equipos de Aire Acondicionado” (sic). En esta ocasión se pagaron 454 mil 836 pesos, en 12 pagos por 37 mil 903 pesos.

Es decir, el 50.51 por ciento del presupuesto anual para mantenimiento de la Biblioteca Central se destinó al pago del aire acondicionado.

Otros 423 mil 424.93 pesos se erogaron como parte de lo presupuestado para labores de mantenimiento que realizaron los propios trabajadores de la UNAM, según la cláusula 15 del Contrato Colectivo de Trabajo firmado por la institución con el STUNAM. Los recursos se dispensaron en dos exhibiciones. Una, por 306 mil 468.71 pesos. La otra, por 116 mil 956.22 pesos.

Además, la UNAM pagó en ese mismo segundo año de pandemia 37 mil 398.17 pesos por un conmutador telefónico: “Servicio de reparación, mantenimiento y puesta en funcionamiento de segundo gabinete de expansión de equipo telefónico Samsung Euro DCS Anexo” (sic).

SE INCREMENTAN EN 2022 PAGOS POR EQUIPO ‘CLIMÁTICO’

Las asignaciones para Ramiro Demetrio Torres Sevilla continuaron en 2022. El primer día de ese año obtuvo el contrato CA-18756-1083-XII-21 por 562 mil 568.45 pesos. Se acordaron pagos mensuales por 46 mil 880.70 pesos.

Así, para este contratista se destinó el 83.30 del presupuesto de mantenimiento de la Biblioteca Central.

Además, se pagaron otros trabajos relacionados con el aire acondicionado. Se trata de la reparación de un aparato “tipo Mini Split 4TR, marca Lenox”; “cambio de los dos motores del evaporador e interruptor de cuchillas de la condensadora” (sic). La UNAM pagó 10 mil 758.01 pesos.

La mayoría de los servicios de mantenimiento se adjudicaron a proveedores varios, pues los trabajadores universitarios que podrían haber realizado tales tareas sólo fueron requeridos para algunas actividades a las que se les destinaron 75 mil 940.37 pesos.

La UNAM pagó a externos 45 mil 532.90 pesos por “servicio de cerrajería” a la persona física Daniel Vilchis Vega; 20 mil 192.82, por dos servicios “de control de plagas” a la empresa Elexxos Quimics; 31 mil 923.20 por “reparación de plafón”, y 53 mil 684.80 pesos por dos trabajos de “reparación de plafón” a Fabián Herzaín Sánchez Rodríguez. Contralínea cuenta con copia de todas las facturas.

PREPONDERANCIA DE TRABAJADORES EXTERNOS

En 2023 siguieron las asignaciones directas para Ramiro Demetrio Torres Sevilla por servicios de “mantenimiento preventivo y correctivo” de los equipos de aire acondicionado. En este caso, el contrato anual CA-21195-26-16-1-23 se firmó por 633 mil 638.40 pesos, a pagarse en 12 mensualidades de 52 mil 803.20 pesos cada uno.

Así, durante el año pasado se destinó el 90.21 por ciento del presupuesto para mantenimiento de la Biblioteca Central al pago de servicios de conservación de los equipos de climatización.

Como en todos los contratos, aparece la firma de la propia titular de la Dirección General de Bibliotecas y Servicios Digitales, Elsa Margarita Ramírez Leyva. La doctora en Ciencias de la Información y Documentación por la Universidad Complutense de Madrid cuenta con una sólida formación académica. Su línea de investigación es la lectura y los lectores. El funcionario a cargo del mantenimiento es José Luis Rodríguez Toledo.

Además, en 2023 se pagaron 51 mil 198.92 pesos a trabajadores externos por la “colocación de lámina galvanizada calibre 22 en la parte inferior de jaula con pintado en color azul, cuadrar puerta del mismo y colocar chapa de seguridad y reparar cárcamo junto con espuma de poliuretano” (sic). El trabajo fue asignado de nueva cuenta a Fabián Herzaín Sánchez Rodríguez.

Y para trabajos de mantenimiento que realizaron los trabajadores de la Biblioteca se destinaron 301 mil 292.20 pesos. La cantidad se erogó en dos ministraciones, de 102 mil 562.50 y 198 mil 729.70 pesos respectivamente.

2024, TODO A CONTRATISTAS

Del primero de enero y hasta el 30 de abril pasado, la UNAM había erogado 343 mil 045 pesos en el mantenimiento de la Biblioteca Central. La mayoría, en pagos pendientes de los trabajos relacionados con el aire acondicionado de 2023. Pero no se han contratado nuevos servicios para los equipos de climatización.

Las otras erogaciones corresponden a servicios adquiridos con personas físicas y morales externas a la Universidad. Por “Mantenimiento y programación a líneas telefónicas en diferentes áreas”, 12 mil 014.99 pesos a la sociedad anónima Cinco Telefonía; por “instalación de sistema de detección de incendios”, 52 mil 921.17 a Alim Alarmas y Sistemas Electrónicos, y por “retiro de letreros y resane de muros para colocación de flechas que indican ruta de evacuación en piso 12 de la Biblioteca Central” 1 mil 078.80 pesos a Fabián Herzaín Sánchez Rodríguez.

Además, por concepto de “servicio de cerrajería”, 25 mil 485.20 pesos a Daniel Vilchis Vega; por “fumigación”, 80 mil 166.44 a la empresa Tecnologías de la Información Educativas y Culturales; por “trabajos de plomería y electricidad”, 8 mil 491.20 a Itzel Frías Meneses, y por “trabajos de instalación de cristal en planta principal” (sic), 4 mil 477.60 pesos también a Itzel Frías Meneses.

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