Tiene CDMX: ‘pantanos’ alimenticios

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Tiene CDMX: ‘pantanos’ alimenticios
  • La oferta de comida chatarra predomina en zonas de la CDMX que destacan por concentrar oficinas, escuelas, hospitales o actividades culturales.
SELENE VELASCO / AGENCIA REFORMA

CIUDAD DE MÉXICO.- La oferta de comida chatarra predomina en zonas de la CDMX que destacan por concentrar oficinas, escuelas, hospitales o actividades culturales y de esparcimiento.

Ante el Día Mundial de la Alimentación, que cada año se conmemora el 16 de octubre, especialistas señalaron la dimensión de la alimentación en la Capital del País, su impacto en la salud y algunas alternativas.

Baruch Sangines, geógrafo de la UNAM y demógrafo por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) elaboró un mapa que permite visualizar la oferta de comida en rangos de 500 metros.

“Mide la oferta de comida chatarra y comida saludable a la que tienes acceso a 5 minutos caminando”, explica el especialista.

En la plataforma https://datavizero.com/dashboard-pantanos es posible seleccionar colonias en las 16 alcaldías que comprenden la CDMX y visualizar los sitios donde haya alimentos clasificados en poco saludables, que se refieren a tiendas de conveniencia y supermercados, así como saludables, con frutas, verduras, semillas, pollo, pescado y carne.

Por cada zona elegida en el mapa es posible obtener cuatro indicadores.

El entorno alimentario indica una frase acerca de si en la zona seleccionada predominan las opciones de comida saludable o si por el contrario la falta de ésta la convierte en un “desierto” o “pantano de comida chatarra”.

También se muestra el valor de entorno alimentario, índice que mide la proporción de establecimientos poco saludables en comparación con los saludables.

“Un valor alto indica un entorno con predominancia de opciones poco saludables”, destaca Sangines.

Y se muestran la cantidad de establecimientos con comida saludable o no saludable por cada mil habitantes.

MENOS SALUDABLES

Entre las áreas de la CDMX con peor accesibilidad de comida saludable según esta clasificación destacó la Colonia Roma Norte, en la alcaldía Cuauhtémoc, como un “pantano de comida chatarra”.

El valor de entorno alimentario de este espacio que destaca por sus oficinas, locales de esparcimiento y desarrollo cultural y ambulantaje es el 10.75, el más grave.

Esta zona registró que por cada mil habitantes hay 5.63 establecimientos poco saludables y apenas 0.52 saludables.

Otro caso de condiciones de inaccesibilidad a comida no ultraprocesada es el de la Zona Especial de Desarrollo Controlado (Zedec) Santa Fe, que comprende viviendas, centros comerciales, corporativos con miles de oficinistas y la Alameda Poniente.

Fue clasificado como “desierto de comida saludable”, con un valor de entorno alimentario de 7.

“Son áreas donde no hay establecimientos que vendan comida saludable como frutas o verduras”, detalló el mapa de Sangines.

En esta zona no se contabilizó ningún establecimiento de comida adecuada en comparación con los 5.28 de alimentos ultraprocesados o con exceso de grasas, sales y azúcar por cada mil habitantes.

Otros “pantanos de comida chatarra” fueron las colonias Xoco, en la alcaldía Benito Juárez; el centro de la alcaldía Coyoacán y Copilco Universidad; la Unidad Habitacional Tlatelolco y Morelos, en Cuauhtémoc; el Bosque San Juan de Aragón, en Gustavo A. Madero; Bosques de las Lomas y Polanco en Miguel Hidalgo; Tlalpan centro y el parque ecológico de Xochimilco.

En contraste, la mejor área con opciones de comida saludable fue la Central de Abasto.

El mapa arrojó que por cada mil habitantes existen 53 mil 955.56 establecimientos con comida saludable por los 2 mil 622.22 que no la ofrecen.

Y le siguieron otras zonas como Condesa, Doctores, Centro y Juárez, en Cuauhtémoc; Anzurez, Granada, Lomas de Chapultepec, Tacubaya y Observatorio, en Miguel Hidalgo o Mixcoac y San Ángel en Álvaro Obregón.

ALERTA

Mariana Valdés Moreno, experta de la UNAM en Nutriología, alertó por las barreras que enfrentan las personas en la CDMX para acceder a una alimentación saludable, que provocan que caigan en inseguridad alimentaria y eso las lleve a riesgos de salud a corto y largo plazo por enfermedades como sobrepeso, obesidad, hipertensión, diabetes.

Entre éstas barreras, dijo, se encuentran desde la escasez de agua potable para lavar y preparar alimentos saludables o sustituir la ingesta de refrescos, hasta la dificultad que implica llevar desde el hogar trastes con comida, no tener dónde almacenarla o calentarla o no tener alimentos para consumir sin exceso de azúcares, grasas o sal.

“Lo que ha evidenciado el Instituto Nacional de Salud Pública, instancias gubernamentales y académicas es que no debería ser más caro comer sano, pero implica ciertas cuestiones de gestión del tiempo, de acceso a los alimentos, ya sea porque no hay oferta, porque están lejos, porque los tiempos no permiten alejarse un poco más para conseguirlos”, comentó.

La especialista considera que algunas opciones inmediatas que tiene la ciudadanía son buscar equilibrios en menús, por ejemplo si se consume en cocinas o puestos, preferir lo menos procesado al menos por algunos días y plantear que así como hay alimentos chatarra haya más puestos o comercios con comida como verduras y frutas frescas.

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