- La CFE y Pemex dejarán de ser “empresas productivas” para ser consideradas como “empresas públicas del Estado”, de acuerdo al nuevo dictamen del Senado.
MAYOLO LÓPEZ / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- En el Senado de la República, Morena y sus aliados del Verde Ecologista y PT aprobaron ayer por la noche el dictamen de la reforma constitucional con el que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Pemex dejarán de ser “empresas productivas” para ser consideradas como “empresas públicas del Estado”.
Con 86 votos en favor, 39 en contra y la abstención de Amalia García, de MC, se avaló la reforma propuesta en febrero pasado por el entonces Presidente Andrés Manuel López Obrador, que comprende los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución y fija un tope a la inversión privada en la generación eléctrica.
Con el ajuste queda establecido que los particulares no podrán tener prevalencia en la generación de energía eléctrica, que el Estado tendrá ahora preponderancia en el servicio de Internet y que no podrá otorgar concesiones para la explotación del litio.
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El senador morenista Óscar Cantón Zetina advirtió que el Sistema Eléctrico Nacional “todavía hoy opera bajo un modelo neoliberal que prioriza el crecimiento económico y favorece la participación de empresas privadas en la industria eléctrica, (situación que) compromete la confiabilidad, seguridad y calidad del suministro de electricidad. Antes de 2013, la Comisión Federal de Electricidad generaba el 63 por ciento de la electricidad, mientras que las empresas privadas representaban el 37 por ciento”, dijo.
Por el PAN, el senador Ricardo Anaya advirtió que el límite a la iniciativa privada en la generación de energía eléctrica representa “un gravísimo error, porque ustedes alegan que es en favor de la rectoría del Estado, pero la rectoría del Estado ya la tienen, porque la cadena tiene cuatro pasos: primero se genera la electricidad, después viene la transmisión en alta tensión, luego la distribución en tensión media y baja y después la venta.
“Ya hoy están prohibidas las concesiones tanto en transmisión como en distribución y el Gobierno fija el precio de la venta. ¿Qué necesidad de limitar la participación de los privados en generación de electricidad? Y nos parece un despropósito, porque al final lo que la gente quiere son tres cosas: energía limpia, barata y abundante”.
El jefe de la bancada de MC, Clemente Castañeda, aseguró que la reforma “no está diseñada ni para mejorar la generación ni la distribución eléctrica ni para garantizar un futuro sustentable para las próximas generaciones.
El panista Enrique Vargas preguntó al morenista Luis Fernando Salazar por qué había votado en favor –como panista– de la reforma energética que impulsó en 2013 el Presidente Peña Nieto y no le quedó de otra más que reconocer que había incurrido en “un gravísimo error haber votado por una reforma tóxica”.
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