El tiempo de las mujeres no es su tiempo
Haidé Serrano
Las mujeres mueren por cáncer de mama porque no tienen tiempo. El tiempo de las mujeres no es su tiempo. Su tiempo no es para ellas. Es para los demás.
Esta es una de las razones, invisible y no reconocida, por las cual millones de mujeres en el mundo mueren cada año por esta enfermedad.
El cáncer de mama es la primera causa de muerte en mujeres en México y el mundo. La responsabilidad de evitar esta enfermedad mortal pesa sobre las mujeres, no sobre el Estado, que debería garantizar su derecho a la salud y asegurarse de que esta enfermedad, que es prevenible, no tenga un desenlace mortal. Las políticas públicas no cuentan con perspectiva interseccional, motivo que incide directamente en la muerte de más mujeres.
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Son las mujeres las que deben cuidarse, auto explorarse y allegarse de la información para evitar morir por esta causa. ¿A qué hora?
La división social y sexual del trabajo que asigna las tareas de cuidados y del hogar a las mujeres las deja sin tiempo para sí mismas. Los roles de género son criminales que están cobrando la vida de millones de mujeres. Mientras la sociedad avanza, lo hace a costa de los cuerpos, la salud y la vida de las mujeres.
Seguras como hemos estado de que la familia nuclear, extensa, adoptiva, y todos los demás son nuestra responsabilidad, nos hemos olvidado de nosotras mismas, a costa de nuestra propia salud.
Porque si esa hija no recibe esa medicina en la hora indicada, sólo nosotras estamos ahí para ella. Si esa abuela no es alimentada por nosotras, nadie lo hará, aún si eso nos implica trasladarnos durante horas hasta su casa, con un dinero que no está en el presupuesto y que ya veremos cómo reponer. Si ese joven no recuerda que el proyecto final se acerca, ahí estamos las madres, tías, abuelas para resolverlo de último momento. Si esa mascota no es llevada por alguna mujer al veterinario se puede enfermar.
Nos hemos creído esa mentira del patriarcado de priorizar a los demás por encima de nosotras, porque eso nos hace “virtuosas” y “madres abnegadas”, cuando es lo contrario, al verse como nuestra obligación, quienes reciben los cuidados que son nuestra obligación en numerosas ocasiones ni lo agradecen ni lo reconocen.
Además del trabajo no remunerado que hacen en casa, las mujeres trabajan fuera, en segundas y terceras jornadas laborales, para completar el gasto que no alcanza con el ingreso del hombre. Esta carga desproporcionada las deja exhaustas y defraudadas porque quisieron cumplir otra falacia patriarcal, la de las súper mujeres, multitasking o multitareas, madres, esposas, abuelas, profesionistas, parejas, sin tiempo para descansar o para sus chequeos médicos.
La búsqueda de un equilibrio imposible resulta en numerosas enfermedades para las mujeres. Entre ellas, el cáncer de mama, prevenible si se atiende a tiempo, con cuidados, atención especializada al alcance, una red de apoyo, acompañamiento emocional y de atención mental y suficiente información para tomar las decisiones que la mujer deba tomar de acuerdo con su diagnóstico.
Las mujeres tenemos que recuperar el tiempo que nos ha sido expoliado. El tiempo que es nuestro y que necesitamos para descansar, para auto cuidarnos y para nuestro bienestar, porque si no lo hacemos nosotras, nadie más lo hará.
@HaideSerrano es maestra en Género, Derecho y Proceso Penal y licenciada en Ciencias de la Comunicación. Dirige y conduce Feminismos en Corto sin Tanto Rollo. Es autora del libro “Mujeres líderes en la pandemia”. Columnista en Luces del Siglo y Milenio. Conductora de Luces del Siglo El Podcast. Consejera del Consejo Coordinador de Mujeres Empresarias de Quintana Roo.