- Aseguran que puede demostrar “kilómetro por kilómetro” el trabajo de salvamento hecho durante las obras.
ERIKA P. BUCIO / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- Ante las acusaciones de destrucción de vestigios arqueológicos con el Tren Maya, Manuel Pérez Rivas aseguró que puede demostrar “kilómetro por kilómetro” el trabajo de salvamento hecho durante las obras.
Entrevistado desde Campeche, el responsable de salvamento arqueológico por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) apreció en esas acusaciones más “un tinte político que académico” que vulneran su reputación y la de su equipo.
Observó una campaña en marcha para tildarlos de “destructores del patrimonio”, que obedece a intereses distintos a la investigación y protección del patrimonio.
Recalcó el funcionario que no existe ninguna denuncia formal por los supuestos daños, y que tampoco se ha notificado de ninguna acusación penal.
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“Una de las cualidades del proyecto es que como estamos generando no solamente informes en papel sino que tenemos información digital, prácticamente cada uno de los contextos explorados pueden ser revisados incluso en tercera dimensión para aclarar aspectos o ser reinterpretados.
“Entonces yo creo que hay bastante claridad y transparencia en lo que hemos hecho y se puede demostrar qué es lo que hemos hecho punto por punto, kilómetro por kilómetro y lo podemos mostrar”, aseveró el investigador. “Los arqueólogos trabajamos con evidencias”.
Pérez Rivas sostuvo haber visto documentos donde se acusa destrucción y lo que se muestra son las excavaciones de salvamento de su equipo.
El trazo del Tren Maya, uno de los proyectos prioritarios de la pasada administración, no pasó por encima de sitios arqueológicos importantes como se ha acusado.
Citó como ejemplo la supuesta destrucción de parte de la zona de Chakanbakán y explicó que el polígono oficial definido por el arqueólogo Fernando Cortés de Brasdefer queda a 2 kilómetros del trazo del tren.
“Lo que dicen es impreciso y yo tengo datos geográficos y cartográficos para mostrar que obviamente no estamos dentro, la poligonal de protección está a 2 kilómetros”, remarcó.
Estas afirmaciones se producen luego de que Cortés de Brasdefer, crítico del proyecto del Tren Maya y la actuación del INAH, ha sido citado a comparecer por el Órgano Interno de Control el próximo 5 de noviembre.
Organizaciones como Sélvame del Tren y el Sindicato Nacional de Restauradores del INAH han salido en defensa de Cortés de Brasdefer, señalando que el investigador es objeto de hostigamiento y persecución.
“No es un tema de persecución, son procedimientos enmarcados en la ley de la normatividad institucional, y ahí cada una de las partes tendrá el espacio para alegar y fundamentar lo que a su derecho convenga”, expresó el vocero del INAH, Ulises Leyva, quien rechazó que se vulnere la libertad de expresión.
El arqueólogo Pérez Rivas aclaró que no ha sido citado a esa comparecencia, pero acudirá si así se le solicita de manera oficial.
Sobre las acusaciones por presunta destrucción de materiales, el sindicato de mi ramo no acudió, “no atendieron mi petición. Yo lo único que pedí era que se me diera igualdad de circunstancias porque estoy siendo cuestionado y se me estaba acusando de cosas graves (…) yo también tengo derecho a ser representado y defendido por parte del sindicato y se me negó esa posibilidad”, refirió Pérez Rivas.
Hasta ahora, dijo, no había buscado defenderse con declaraciones sino con el trabajo “como corresponde” y aclara que no ha iniciado ningún recurso hasta ahora, pero si fuera el caso se defenderá legalmente de los dichos y las acusaciones.
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