- La candidata demócrata Kamala Harris y su rival republicano Donald Trump llegan empatados a la elección.
EMILIA MARTÍNEZ / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- La candidata demócrata Kamala Harris y su rival republicano Donald Trump llegan empatados a la elección que será clave para el futuro de Estados Unidos, México y el mundo.
La moneda está en el aire y las encuestas no arrojan una posibilidad clara de triunfo para alguno de los dos candidatos. Según la investigadora de la Universidad de Indiana, Vanessa Cruz-Nichols, es posible que haya que esperar incluso días por el resultado.
“Habrá estados que quieran hacer un recuento, que quieran contar los votos otra vez, especialmente si hay un margen muy pequeño de diferencia, de menos de 1 por ciento. Entonces creo que al día siguiente, el miércoles, todavía no vamos a saber quién es el presidente”, explicó a Agencia Reforma.
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El resultado, según Cruz-Nichols, dependerá de electores que no toman en cuenta las encuestas y que no ha votado antes, los primeros votantes.
“En 2016, cuando Trump ganó fue porque él pudo atraer a los votantes que están fuera de las ciudades, en las partes más rurales. Los votantes blancos que vienen de comunidades fuera de las ciudades fueron primeros en muchos estados y por eso las encuestas no fueron muy certeras en 2016”, subrayó.
Las mujeres con estudios están con Harris, y los hombres más jóvenes sin estudios apoyan a Trump.
“Estamos en una época de tremenda polarización. En lugar de ver a las personas con las que no estamos de acuerdo como oponentes, muchas personas ven al otro lado como enemigos y eso es muy peligroso.
“Creo que si las llamas habían sido de bajo nivel, creo que han echado gasolina”, indicó Dennis Goldford, profesor de la Universidad de Drake en Iowa.
Según Goldford, la polarización inició en la elección de 2016 que llevó a Donald Trump a la Presidencia.
“Había gente en el lado republicano que pensaba que si Hillary Clinton era elegida sería una amenaza a la continua existencia de Estados Unidos como lo conocemos.
“Esta gente quería seguir la narrativa de que los demócratas no son sus oponentes, son sus enemigos y deben hacer todo lo posible para derrotar al enemigo”, indicó.
“Y si el otro lado es el enemigo, entonces estás dispuesto a elegir cualquier medio que creas que contribuirá a la victoria”.
El actual proceso electoral entre la candidata demócrata Kamala Harris y Trump ha estado marcado también por violencia electoral, desde los atentados contra el candidato republicano hasta la quema de boletas en Oregon y Washington.
Según una encuesta de la agencia The Associated Press, aproximadamente 4 de cada 10 votantes registrados dicen estar “extremadamente” o “muy” preocupados” por intentos violentos de anular los resultados de los comicios.
“Trump no creó esta polarización, pero creo que la ha empeorado junto con la radio, la televisión por cable y las redes sociales, al sugerir que el país como lo conocen sus seguidores está desapareciendo. Son extraños en su propio país”, apuntó Goldford haciendo referencia también al nombre del movimiento trumpista “Make America Great Again”.
“Lo interesante no es tanto el propio Trump, sino su enorme cantidad de ira, miedo, agravio y alienación en un segmento de Estados Unidos que cree que están siendo ignorados por los políticos tradicionales, por lo que él se ha convertido en su voz”.
Y es precisamente eso lo que lo hace atractivo entre el electorado, incluidos los hombres latinos, explicó la doctora Cruz-Nichols.
“Lo que importa es cómo él dice estas cosas. Lo dice con tanta certidumbre y con mucha fuerza, y a veces eso es lo único que se necesita”, indicó.
El Partido Demócrata, dijo Cruz-Nichols, usa estadísticas y pruebas, lo que no es muy importante para el votante que no tiene un nivel de educación alto y que no puede seguir así el mensaje.
“Pero Trump habla de manera muy sencilla, y con mucha fuerza, y eso les atrae a muchas personas”, expuso.
Harris tiene una clara ventaja entre las mujeres afroamericanas y latinas, así como en el electorado asiático, de acuerdo con Cruz-Nichols. En tanto, Trump genera mayor preferencia en el electorado blanco, pero también entre hombres latinos.
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