- El gobernador Joaquín Díaz Mena informó que se ha detectado que su administración enfrenta un déficit estimado en 808 millones de pesos.
STAFF / LUCES DEL SIGLO
MÉRIDA, YUC.- El gobernador Joaquín Díaz Mena informó esta mañana que luego de un mes de asumir el cargo se ha detectado que su administración enfrenta un déficit estimado en 808 millones de pesos, por lo que consideró crítica la situación financiera del gobierno.
Aunque reconoció que aún se hacen investigaciones y se iniciaron los procedimientos correspondientes, dijo que se detectaron irregularidades en el manejo de fondos como pagos excesivos a despachos, adquisiciones irregulares y pago de liquidaciones indebidas a funcionarios públicos.
Asimismo, se han detectado contratos efectuados para el otorgamiento de servicios profesionales o públicos con empresas vinculadas a funcionarios de la administración saliente, que encabezó el panista Mauricio Vila; así como el uso inadecuado de recursos públicos provenientes de fideicomisos.
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El mandatario yucateco explicó que ya se podría solicitar un préstamo para solventar el gasto público los últimos meses del año, además de que se iniciaron ya acercamientos con dependencias federales como la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y de Educación, para gestionar apoyos para solventar pagos de fin de año con maestros y personal de salud.
Pese a esta complicada situación financiera en el arranque de su administración Díaz Mena, emanado del partido Morena, dijo que no se suspenderá la Feria Yucatán en Xmatkuil; que se festeja casi durante todo el mes de noviembre.
“La Feria Yucatán en Xmatkuil en su 50 aniversario está asegurada, ya que el Instituto de Ferias cuenta con un fondo económico que le permite contratar a los artistas que ya se tienen programados; además de lo que se recauda por concepto de entradas, espacios comerciales y publicidad”, expuso.
“En la celebración de los 50 años se hizo una inversión de 63 millones de pesos; con los cuales priorizamos la remodelación de 64 baños y el mantenimiento de los locales, así como diferentes áreas”, insistió.
Dijo que no se trata de una ‘cacería de brujas’, por el hallazgo de posibles desvíos o uso indebido de recursos; sino de una revisión minuciosa del uso del dinero del pueblo como parte del proceso normal de entrega-recepción. “en caso de que se confirmen irregularidades hay la instrucción de que se inicien procedimientos”.
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