- Miles de migrantes están entrando usando caravanas y pagando a los traficantes de personas; para acelerar el paso y llegar a Estados Unidos antes del 20 de enero del año próximo.
STAFF / LUCES DEL SIGLO
TAPACHULA, CHIS.- Cientos, tal vez miles, de migrantes están entrando a esta ciudad usando caravanas y pagando a los traficantes de personas; para acelerar el paso y llegar a Estados Unidos antes del 20 de enero del año próximo, cuando el nuevo presidente de Estados Unidos, el republicano Donald Trump, asumirá el cargo, porque temen un cierre de frontera.
“La afluencia (de migrantes) ha aumentado en los últimos días tras el gane del Presidente Trump. A diario están entrando muchos por el río Suchiate”, dijo Luis, un venezolano que llegó a esta ciudad, días antes de la elección presidencial celebrada el pasado 5 de noviembre.
Este hombre es uno de los miles de migrantes que se concentró desde la noche del domingo frente a la Oficina de Regulación Migratoria del INM, a fin de obtener un documento para avanzar.
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“Tenemos miedo de que Trump nos cierre la frontera y que deporten a quienes ya están allá. Pedimos al nuevo presidente de Estados Unidos una oportunidad para trabajar; yo me voy en la caravana que sale en casi una semana (20 de noviembre)”, aseveró.
Tan sólo en la primera semana de noviembre han salido dos caravanas migrantes, la primera de Tapachula, justo el día de la elección presidencial estadounidense, con al menos 3 mil personas, calcularon; y la segunda de Tuxtla Gutiérrez (capital del estado) con unas 300 personas. Además, se prevé salga otra en breve desde Tapachula.
Otras de las vías para acelerar el paso es usar los traslados diarios de al menos 4 autobuses del INM, que salen de esta ciudad hasta la frontera norte, en el marco de la política migratoria “ordenada y segura”, que traslada a quienes ya tienen una cita con las autoridades estadounidenses.
“Los autobuses van custodiados por la Guardia Nacional (GN), eso es bueno porque se evade al cártel”, dijo Elaine, una cubana que migra con otras mujeres y que hace unos días se concentró junto con los cientos que buscan ser llevados por estos vehículos del INM.
Otros migrantes contratan a los traficantes pagando hasta 10 mil pesos desde Tapachula y Arriaga. Aunque este “servicio” no es nuevo, la diferencia es que ahora algunos se ven en la necesidad de hacerlo porque cada día se vuelve imposible migrar en las vías, sin pagarle a las mafias que controlan los caminos.
“Yo quería migrar solo desde Suchiate a Tapachula, pero eso ya no se puede; me dijeron que había que pagar 100 dólares al cártel para seguir mi camino y que no podía moverme por mi cuenta, que ellos me moverían en carro, con 56 personas”, contó un migrante que por las noches duerme en una banqueta de esta ciudad.
“Al nuevo presidente de Estados Unidos le decimos que vamos a luchar por el país, sólo queremos trabajar”, dijo Elaine, la mujer que quiere apresurarse para llegar al norte del país en los autobuses del INM antes de enero.
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