- La mexicana María Fernanda Beltrán desfiló anoche en la competencia preliminar de la edición 73 de Miss Universo.
MAURICIO ÁNGEL / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- Además de la seguridad que le daban su preparación y la belleza de su traje con referencias prehispánicas, la mexicana María Fernanda Beltrán desfiló anoche en la competencia preliminar de la edición 73 de Miss Universo con las porras del público por su calidad de local.
Cuando la representante del País apareció en el escenario de la Arena Ciudad de México, no mostró su rostro en primer momento, sino la imagen de una máscara de jade, detrás de la cual se extendía un traje dorado con plumas rojas con el que enloqueció a la gente, volcada en aplausos y giros de maracas.
Si bien hubo un gran apoyo a la emisaria nacional, los aplausos no fueron exclusivos para México y se contagiaron, en general, en las concursantes latinas.
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La chilena conquistó al portar un traje inspirado en el programa televisivo de Don Francisco, que incluyó hasta una rueda de concursos.
Si bien cada uno de los 130 países en competencia tiene su propia cultura, durante la gala de trajes nacionales hubieron varias coincidencias, como la presencia de animales en el vestuario, como Argentina, con la imagen de un tucán en la cabeza, o Bolivia, que invocó la imagen de un búho.
Otras tendencias fueron incorporar alas (India, Zimbabue) y armas (Letonia, Malasia), aunque este último elemento le jugó en contra a la concursante de Tailandia, ya que mientras movía una vara su sombrero se cayó. Para no perder el porte lo dejó en el escenario.
La emisaria de Egipto, Logina Salah, la primera concursante del certamen con vitiligo, eligió ataviarse de faraona. La estadounidense Alma Cooper rindió homenaje al Tío Sam y la italiana portó un traje en referencia al cine, cuya falda era en forma de rollos fílmicos.
El segundo desfile, en traje de baño, también dejó ver diferencias culturales. Mientras algunas participantes usaban bikini de dos piezas, otras aparecieron tan cubiertas que portaban pantalones, como fue el caso de Bangladesh, con Aniqa Alam.
Ambas pasarelas fueron evaluadas por un jurado, donde había ex reinas de belleza y diseñadores. Hasta el cierre de esta edición, no se habían revelado las calificaciones, que arrojarán a las que pasarán a las siguientes etapas del concurso, cuya gran final se realiza mañana.
El certamen de belleza, que ahora cuenta entre sus propietarios al empresario mexicano Raúl Rocha Cantú, no se había hecho en tierras aztecas desde hace 17 años.
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