Por KUKULKÁN
Recibe G20 a Sheinbaum: una dosis de realpolitik para los poderosos
PARECE que el G20, ese “exclusivo club” donde los líderes del mundo discuten la economía global (mientras algunos de sus países están en números rojos), se está preparando para un evento inusual. Claudia Sheinbaum, presidenta de México y la única mujer confirmada en la próxima cumbre en Brasil, está causando revuelo. Es curioso ver cómo el Grupo de los 20, con su amor incondicional por los discursos de prosperidad, justicia social y cambio climático (todo un “checklist” que suena bien para la prensa), ahora recibirá a una mandataria que defiende ideas que más de uno considerará… incómodas.
EL ENCUENTRO será el 19 de noviembre, y, con tan sólo un día para hacer ruido, Sheinbaum promete llegar con un mensaje que dará a los asistentes algo para comentar en sus almuerzos de negocios. La presidenta de México, famosa por no suavizar su mensaje cuando se trata de igualdad social y justicia económica, plantea una propuesta que en muchos de estos círculos será vista como casi subversiva: recortar el gasto en armas (solo un 1%, para empezar) y destinarlo a los más necesitados. ¡Qué ocurrencia! ¡Pedir que una fracción de los miles de millones que van a la industria armamentista sirva para combatir el hambre y la pobreza! Algo nos dice que esta será la clase de discurso que hará revolver el café a más de un asistente en esta reunión de “líderes”.
SHEINBAUM llega con una agenda tan apretada como su vuelo comercial (sí, porque México no va en jets de lujo). Con reuniones bilaterales solicitadas por países como Canadá, China, Japón, Reino Unido e India, los rumores apuntan a que todos quieren conocer de cerca lo que la mandataria tiene que decir sobre los cambios en México y los enfrentamientos con ciertos poderes económicos que han encontrado en su administración una piedra en el zapato. De por sí, su posición sobre el gasto social y la independencia económica de México ya ha despertado algunas cejas elevadas en esos sectores a los que les encanta el libre mercado… sólo cuando les conviene.
EL CANCILLER, Juan Ramón de la Fuente, se ha encargado de hacer ver que la visita de Sheinbaum no será una de “presencia decorativa”. Más allá de la habitual “foto de familia”, se espera que la presidenta participe en dos sesiones plenarias de alto nivel: una sobre la lucha contra el hambre y la pobreza (tema que algunos líderes verán como “demasiado moralista”), y otra sobre gobernanza y reforma de las instituciones, donde México busca poner en la mesa su modelo de independencia y justicia social, muy al estilo de la “soberanía” de la que presume Sheinbaum.
AUNQUE es claro que muchos de los países desarrollados de este foro hablarán de “prosperidad compartida” y “desarrollo sostenible”, seguramente no les va a caer en gracia que México traiga a la mesa propuestas que cuestionen el poder de las instituciones financieras tradicionales y que desafíen los “intereses” de sus poderosas corporaciones. Y sí, porque México llega a este foro con un modelo de desarrollo que no comulga con los apetitos de los grupos económicos que, mientras impulsan la inversión, también dictan sus propias reglas.
AHORA BIEN, la declaración final de la cumbre sigue en discusión, y México ya ha puesto en la mesa temas como la agenda digital y la justicia social. Claro que el tono firme de Sheinbaum puede hacer que estas propuestas no encuentren eco en el documento definitivo, especialmente si las palabras son algo más que un “cliché de buenas intenciones” al que nos tiene acostumbrado el G20. Sabemos bien que, entre cena de gala y conferencia de prensa, algunos temas delicados simplemente se maquillan.
ASÍ que ahí la tienen, al G20 de siempre, ese foro donde los acuerdos pueden sonar a promesas huecas y los poderosos elogian la prosperidad que, irónicamente, no alcanza a la mitad del planeta. Pero con la presencia de Sheinbaum, México busca demostrar que no se presentará como mero espectador ni como invitado sumiso. Defenderá su modelo de política social y se atreverá a señalar los absurdos de un sistema económico mundial que se sigue desmoronando en recesiones y desigualdad.