- Por cada 100 pesos que un hombre gana, una mujer recibe solo 85 por el mismo trabajo. Sin cambios, la equidad seguirá siendo una promesa.
FELIPE VILLA
CIUDAD DE MÉXICO.- En el Salón de la Comisión de Trabajo del Senado de la República, la voz de Geovanna Bañuelos de la Torre resonó con un llamado claro: avanzar en la lucha por la equidad laboral en México. Durante el foro internacional “Experiencias y Buenas Prácticas de Inspección Laboral para el Trabajo Digno”, la senadora recordó una dolorosa realidad: por cada 100 pesos que un hombre gana, una mujer recibe solo 85 por el mismo trabajo.
El dato, frío pero contundente, dejó en evidencia que la brecha salarial sigue siendo un obstáculo insalvable en el camino hacia la justicia laboral. “Se trata de generar condiciones de equidad e inclusión, así como de asegurar una retribución justa por el esfuerzo laboral”, enfatizó Bañuelos, poniendo sobre la mesa no solo el problema, sino también la urgencia de modificar el marco legal para lograr avances significativos.
Aunque México ha dado pasos importantes en inclusión laboral, la disparidad salarial es solo una de las deudas que persisten. Otros temas como la reducción de la jornada laboral, el incremento del aguinaldo, la regulación del trabajo digital y un mayor pago de utilidades también fueron señalados por la senadora como pendientes legislativos que requieren atención inmediata.
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Por su parte, Rosario Ortiz Magallón, de la Red de Mujeres Sindicalistas, remarcó la necesidad de fortalecer la inspección laboral para garantizar que la reforma laboral de 2019 cumpla con su propósito. “No basta con las leyes en papel; necesitamos mecanismos que aseguren su cumplimiento en los centros de trabajo”, sostuvo.
El foro no se limitó a señalar problemas, sino que también ofreció alternativas. Patricia Carmona Hernández, de la Fundación Avina, sugirió voltear la mirada hacia países como Argentina, Brasil, Chile y España. “Podemos aprender de las experiencias de estos países para diseñar mejores políticas de inspección laboral”, señaló.
En la misma línea, Ángel Pazos Romero, de la Fundación Friedrich Ebert Stiftung, pidió a los legisladores aumentar los recursos destinados a la inspección laboral en el próximo Presupuesto de Egresos de la Federación. “La inspección es un medio, pero el fin es que las y los trabajadores tengamos un trabajo digno en nuestro país”, dijo, dejando claro que la voluntad política debe estar respaldada por un compromiso presupuestal.
El evento dejó un mensaje claro: la brecha salarial entre hombres y mujeres no es solo un número, sino un reflejo de un sistema que aún favorece la desigualdad. Si bien se reconocieron los avances en inclusión y regulación, las voces en el foro coincidieron en que sin cambios profundos en la inspección laboral, la equidad seguirá siendo una promesa incumplida.
En un país donde las mujeres representan una parte fundamental de la fuerza laboral, cerrar la brecha salarial es tanto un asunto de justicia como una condición necesaria para el desarrollo económico y social. Como dijo Geovanna Bañuelos al cierre del foro, “la equidad no es negociable; es el camino hacia un México más justo para todas y todos”.
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