Dueños de megaplaza se deslindan de responsabilidades

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Dueños de megaplaza se deslindan de responsabilidades
  • Los representantes legales de las empresas propietarias del edificio Izazaga 89, afirmaron que el inmueble era operado por un arrendatario, al que demandarán.
SELENE VELASCO / AGENCIA REFORMA

CIUDAD DE MÉXICO.- Los representantes legales de las empresas propietarias del edificio Izazaga 89, en proceso de extinción de dominio por el decomiso de mercancía ilegal y pirata, afirmaron que el inmueble era operado por un arrendatario, al que demandarán.

El 28 de noviembre, autoridades federales decomisaron más de 262 mil piezas apócrifas, con valor de 7.5 millones de pesos. Un día después, locatarios retiraron miles de cajas con mercancías no incautadas y el sábado se colocaron sellos de suspensión de actividades al inmueble.

Ayer, las inmobiliarias Marly y Arel dijeron que rentaron desde el 1 de marzo de 2021 el edificio de 16 pisos a Inmobiliaria BodegasNau y que en el contrato se especificó que se podía subarrendar, pero que debía ser usado para actividades lícitas y cumplir con la ley y disposiciones legales en materia de extinción de dominio.

Tras la intervención de autoridades -que comprobaron que las mercancías que se vendían en su propiedad eran ilegales- las primeras pidieron cerrar los locales y actuar contra el arrendatario.

“Hemos procedido a notificar la recisión del contrato de arrendamiento ya que de ninguna manera permitiremos que se realice ningún tipo de actividad que pueda ser ilegal en el inmueble.

“Hemos procedido legalmente contra el arrendatario y deslindaremos las respectivas denuncias en contra de quien resulte responsable por el daño a las propietarias del inmueble”, añadió el oficio.

En el documento afirmaron además que cooperarán con las autoridades y enfatizaron en que son empresas 100 por ciento mexicanas.

CONTAGIO

La plaza lució ayer cerrada y resguardada por al menos 15 policías, en sus entradas sobre Izazaga y Calle Nezahualcóyotl.

Sobre esta última, en el número 130, locales de un edificio contiguo, también comenzaron a ser desmantelados.

Compradores afirmaron que antes podían ingresar desde ahí a Izazaga 89, pero que ahora sólo se permitía el paso a diableros para sacar mercancía.

Esta última era llevada al edificio de enfrente o a otras plazas, como Flamencos 9, parte de la red de puntos de venta de productos chinos que saturaron el Centro Histórico después de la pandemia.

Un policía indicó que en los edificios contiguos los vendedores se alertaron, comenzaron a cerrar y a retirar sus productos, pues les adelantaron que habrá más inspecciones para continuar con la incautación de mercancías ilegales.

“Los que están al lado ya están sacando sus cosas ya también porque no están en regla, es que no está registrado en Hacienda”, dijo.

Vendedores informaron a clientes que se reubicarán en plazas de la misma cadena, como Izazaga 38 y 151 y Flamencos 9.

“Muchos tenían sucursal allá”, dijo una comerciante.

Una mujer que cargaba cajas con adornos para cabello preveía sumarse a la informalidad. Planeaba poner un puesto en la explanada del Metro Pino Suárez.

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