- En la Alcaldía Gustavo A. Madero, peregrinos y visitantes al recinto religioso padecen por trabajos de construcción del Sendero Seguro.
BERNARDO URIBE / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- A pesar del anuncio de obras de intervención en la zona de los alrededores de la Basílica de Guadalupe, en la Alcaldía Gustavo A. Madero, peregrinos y visitantes al recinto religioso padecen por trabajos de construcción del Sendero Seguro, el cual fue entregado con pendientes, así como el ambulantaje y la instalación de vallas metálicas a lo largo de Calzada de Guadalupe.
De acuerdo con las autoridades de la demarcación, entre el 6 y ayer se contabilizaron 3.3 millones de visitantes en La Villa.
El Sendero Seguro fue inaugurado el viernes, antes del inicio de la afluencia más alta; sin embargo, luminarias y señalización aún están en proceso de instalación.
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“Intentaron quitar a todos los puestos semifijos, pero sólo estuvo libre la avenida un día, después empezaron a darles permiso de estar pegados a los edificios y no en el camellón, pero cada día se instalan un poco más”, señaló Ana Hernández, locataria de la zona.
La comerciante agregó que, hasta ayer, las obras del Sendero seguían afectando el paso de los peregrinos, sobre todo, la ruta que conecta la iglesia con el Metrobús de la Línea 7, por la aún presencia de maquinaria pesada y material de construcción sobre las banquetas y el paso peatonal.
“Sólo inauguraron el tramo de la calzada, pero ya sobre Garrido y San Juan, apenas estaban terminando de poner los postes; ahorita nos dijeron que hoy mismo acaban, pero hasta después de medio día”, indicó.
El operativo, realizado por las secretarías de Seguridad Ciudadana, de Obras, Protección Civil, el Cuerpo de Bomberos y la Alcaldía, consistió además en la instalación de un perímetro de vallas metálicas desde antes de la salida del Metro Basílica, hasta la entrada principal del recinto religioso.
“Acordonaron una parte del jardín que servía de refugio para muchos peregrinos, al tener un espacio de tierra suelta, era más fácil instalar las casas de campañas; ahora las hemos tenido que poner sobre la banqueta, pero de ahí no las podemos fijar”, explicó Enrique Solís, religioso proveniente de Puebla.
“Aunque sí notamos un mejor orden que el año pasado, no hay tantos ambulantes en todas partes y ahora en las noches es más iluminado y seguro, aunque aún hace falta que pongan luz en las calles que dan a los estacionamientos de los camiones”.
Peregrinos señalaron que aún hay accesos a la Basílica que tienen cruces peligrosos y que, al no tener mucha afluencia ni iluminación, se vuelven basureros clandestinos o puntos de inseguridad.
“El Sendero ayuda bastante a los que vienen llegando a la Villa, pero, como nosotros venimos en excursiones grandes, nos quedamos en la Casa del Peregrino y hacer el camino de regreso, aún más en las noches, sigue siendo muy peligroso por el paso de los coches, las motos que se suben a las banquetas, lo oscuro y lo solo”, lamentó María Flores, quien viajó cinco horas desde la ciudad de Querétaro.
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