- Confían en que el método de selección privilegiará ‘los mejores perfiles’: hombres y mujeres honestos, con arraigo y comprometidos con la 4T.
FELIPE VILLA
CIUDAD DE MÉXICO.- En un ambiente de cordialidad forzada y discursos llenos de promesas de unidad, los líderes de los tres partidos que conforman la alianza “Seguiremos Haciendo Historia”—Morena, el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM)—se reunieron este martes para trazar el mapa electoral de cara a las elecciones municipales en Veracruz y Durango, a celebrarse el 1 de junio de 2025.
El encuentro, que comenzó con retraso (costumbre inamovible en la política mexicana), reunió a los principales rostros de la coalición: Luisa María Alcalde Luján, presidenta de Morena; Karen Castrejón, dirigente del Verde; y Alberto Anaya, líder del PT. A su lado, desfilaron coordinadores, dirigentes estatales y senadores, quienes completaron el cuadro de una alianza que, aunque intenta lucir compacta, no deja de mostrar grietas en la superficie.
La primera en tomar la palabra fue Luisa María Alcalde, quien, con tono optimista, dejó claro que el objetivo es ir “juntos y juntas” en la mayoría de los municipios de ambos estados. Desde los micrófonos, Alcalde sostuvo que el método de selección privilegiará “los mejores perfiles”: hombres y mujeres honestos, con arraigo local y comprometidos con los principios de la Cuarta Transformación.
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Pero no dejó de advertir que será la opinión de la ciudadanía la que tenga la última palabra a través del método favorito de Morena: las encuestas. “No descansaremos”, prometió Alcalde, entre sonrisas, mientras recordaba que, aunque se avecinan las vacaciones decembrinas, la maquinaria electoral no tendrá tregua.
En Veracruz, donde se disputarán 212 municipios, y en Durango, con 39, el reto es claro: teñir de guinda el mapa electoral y avanzar hacia lo que denominó la “segunda etapa de la Cuarta Transformación”.
La intervención de Karen Castrejón, líder del PVEM, fue más pragmática. Agradeció el trabajo conjunto de la alianza que, según sus palabras, permitió el triunfo histórico que llevó a la primera presidenta de México, Claudia Sheinbaum, al poder. Castrejón dejó en claro que el Verde jugará su rol en la alianza, pero no a cualquier costo. “Priorizaremos los mejores perfiles, hombres y mujeres con trabajo local, cercanos a la gente y con honorabilidad”, dijo, subrayando la importancia de respetar las cuotas de género y representación local.
El discurso de mayor enjundia vino del veterano Alberto Anaya, líder del PT, quien se plantó con la firmeza que le caracteriza para anunciar la creación de una mesa nacional de candidaturas. La mesa, dijo, no solo tiene la tarea de buscar a los “mejores hombres y mujeres”, sino garantizar que ningún candidato tenga vínculos con el crimen organizado ni prácticas deshonestas.
Sin embargo, no todo fue advertencia. Anaya, siempre listo para un repaso histórico, elogió la gestión del presidente Andrés Manuel López Obrador, así como los primeros meses del gobierno de Claudia Sheinbaum. “No lo ha hecho bien, lo ha hecho muy bien”, afirmó, con un tono que parecía más dirigido a la militancia que a los medios presentes.
Añadió que con los programas sociales, la redistribución de recursos y los planes de infraestructura, la 4T ha consolidado un legado que, aseguró, será la mejor carta de presentación para recuperar los municipios perdidos.
“No es tarea fácil”, advirtió Anaya, reconociendo que en Veracruz, 108 municipios están en manos de la oposición. Pero, fiel a su estilo, lanzó una promesa al aire: “Vamos a recuperarlos por el bien del pueblo”.
El encuentro dejó claro que, aunque el trabajo electoral ya comenzó, las reglas del juego aún se están definiendo. La intención de ir en alianza es firme, pero el método de selección y la definición de candidaturas traerán consigo inevitables negociaciones y tensiones, especialmente en estados donde los intereses locales no siempre coinciden con los acuerdos nacionales.
Entre abrazos simulados y miradas de cálculo, los dirigentes se despidieron con promesas de trabajo incansable y unidad, una palabra que, en los hechos, suele ser más difícil de mantener que de pronunciar. Así, Morena, PT y Verde arrancan motores en Veracruz y Durango, con la meta de consolidar su hegemonía, pero también con la presión de demostrar que su alianza no solo es de papel, sino de resultados.
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