- Para este año, Siresol planea incrementar la capacidad de las Unidades Verdes con la adquisición de seis nuevas patrullas.
IGNACIO CALVA
CANCÚN, Q. ROO.- Reconocido a nivel mundial por sus playas paradisíacas, Cancún enfrenta un desafío persistente que contrasta con su imagen de destino turístico: la proliferación de basureros clandestinos. En los últimos dos años, la ciudad ha registrado cifras alarmantes, reflejo de una problemática que afecta no solo su imagen, sino también su medio ambiente y la calidad de vida de sus habitantes.
Durante 2023, la Dirección de Servicios Públicos Municipales detectó y clausuró 215 basureros clandestinos, retirando aproximadamente 153 toneladas de desechos acumulados en estos puntos. Para 2024, el panorama no mejoró significativamente: entre enero y mayo, el órgano descentralizado Solución Integral de Residuos Sólidos (Siresol) registró 231 tiraderos ilegales, un incremento de 32 respecto al mismo periodo del año anterior.
A pesar de los esfuerzos del Ayuntamiento de Benito Juárez por frenar esta problemática, la acumulación de desechos en áreas públicas sigue siendo una constante. En lugares como la Laguna Manatí, en la zona continental de Isla Mujeres, se han encontrado residuos como sanitarios, escombros y plásticos, amenazando uno de los ecosistemas más valiosos de la región.
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Para enfrentar esta situación, el gobierno municipal implementó en octubre de 2024 el programa “Unidades Verdes”, patrullas especializadas en la vigilancia y sanción de quienes arrojan basura en la vía pública. Hasta enero de 2025, estas unidades han emitido 15 sanciones con multas que alcanzan los 8,000 pesos, logrando un impacto positivo en la reducción de basureros clandestinos en zonas clave, como la avenida Bonampak, donde se colocaron mallas para evitar nuevos depósitos de basura.
El director de Servicios Públicos, Antonio Chambé, destacó que el trabajo conjunto con Siresol ha permitido identificar puntos conflictivos y sensibilizar a la ciudadanía sobre la importancia de una correcta disposición de residuos. Sin embargo, reconoció que la erradicación total de los tiraderos depende en gran medida del cambio de hábitos de los ciudadanos y de un fortalecimiento en la infraestructura de vigilancia.
Para este año, Siresol planea incrementar la capacidad de las Unidades Verdes con la adquisición de seis nuevas patrullas, lo que permitiría abarcar más áreas del municipio. “Con más unidades, podríamos cubrir zonas críticas y responder de forma más ágil a los reportes de acumulación de basura. Incluso, ya tenemos un número directo para denunciar a quienes tiren desechos en espacios no autorizados”, explicó Chambé.
Además, la dirección de Servicios Públicos ha intensificado las acciones de descacharrización, retirando residuos voluminosos de áreas residenciales y comerciales. Un ejemplo reciente se dio en la avenida Chac Mool, donde, tras la solicitud de vecinos, se removieron grandes cantidades de basura acumulada con el apoyo de una retroexcavadora y un volquete de 14 toneladas.
La iniciativa también involucra a empresas locales, quienes han sido exhortadas a liberar banquetas y áreas verdes ocupadas por equipos o estacionamientos. Chambé subrayó que la responsabilidad de mantener una ciudad limpia no recae únicamente en las autoridades, sino en todos los sectores de la sociedad.
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