Bajo la lupa Dolphinaris por maltrato a delfines

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Bajo la lupa Dolphinaris por maltrato a delfines
  • A pesar de denuncias siguen delfinarios operando impunemente por mero lucro. Los mamíferos sufren hay estrés, encierro, explotación y muerte.
RAQUEL FIERRO SYMONDS 

PLAYA DEL CARMEN, Q. ROO.- El turismo en la Riviera Maya y otras partes de Quintana Roo ha convertido el espectáculo con delfines en una atracción imperdible. Sin embargo, detrás de las sonrisas de estos mamíferos marinos se esconde una realidad alarmante: estrés, encierro, explotación y, en muchos casos, la muerte.

La ‘presunta’ muerte de un delfín en el delfinario del Hotel Barceló Riviera Maya propiedad de la empresa Dolphinaris ha desatado una ola de indignación en redes sociales. Un video que se hizo viral hace unos días, al capturar el momento exacto en que el animal, en plena acrobacia, se estrelló contra el pavimento ante la mirada atónita de los turistas que habían pagado miles de pesos por presenciar el espectáculo.

Este hecho fue desmentido por la empresa, asegurando que se trata de un incidente acontecido en el 2020 y que no terminó con la vida del delfín, el cual sigue en cautiverio en otras instalaciones, hecho que el delfinario mantuvo oculto hasta ante de que se desatara el escándalo de su presunta muerte. No es la primera vez que un caso así sacude a la industria de los delfinarios en México y ha encendido nuevamente la alerta en las autoridades.

Activistas han denunciado que, en el mismo hotel, dos delfines, Plata y Tulagui, fallecieron en menos de un año, presuntamente debido al estrés y agresiones dentro del grupo. 

La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) ha abierto una investigación, pero hasta el momento no se ha dado a conocer ninguna sanción.

El problema no es exclusivo de un solo establecimiento. En 2019, en Dolphinaris Riviera Maya, tres delfines murieron tras ataques del delfín alfa, una conducta atípica atribuida a las condiciones de cautiverio. 

En 2024, organizaciones como Animal Heroes y PETA Latino denunciaron que cuatro delfines en el Hotel Barceló Maya Grand Resort vivían en un pequeño estanque con agua clorada, expuestos al sol y con alimentación controlada para forzarlos a realizar trucos.

Ante el reciente escándalo, el secretario de Ecología y Medio Ambiente en Quintana Roo, Óscar Rebora, aseguró que se ha presentado una denuncia formal para esclarecer los hechos, y de paso verificar las condiciones en que se encuentran estos delfines.

“La Secretaría de Ecología y Medio Ambiente de Quintana Roo (SEMA) informa que ha tomado conocimiento de un video donde se observa que un delfín en cautiverio se golpea al realizar una acrobacia en el delfinario de un centro de hospedaje en la Riviera Maya, por lo que ha presentado una denuncia y se ha dado parte a la Profepa, la Procuraduría de Protección al Ambiente de Quintana Roo y la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo para que se investigue de manera inmediata y se verifiquen, así como las condiciones en las que se encuentran estos mamíferos en cautiverio dentro de este centro, con el objetivo de supervisar el cumplimiento de las normas de bienestar y protección animal”, declaró en redes sociales.

Esta postura fue también respaldado por el gobierno municipal de Solidaridad, establecimos comunicación con la Secretaría del Medio Ambiente a nivel estatal, para dar seguimiento al caso junto con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), si fuera el caso.

Reafirmó su compromiso con la protección de los animales y advirtió que se tomarán las medidas necesarias; además, se están desarrollando propuestas legales y políticas públicas para fortalecer la regulación y protocolos necesarios para garantizar el respeto a los animales.

Sin embargo, este no es un caso aislado. Según datos del 2017, en México existen al menos 34 delfinarios, de los cuales 19 están en Quintana Roo. Se estima que más de 330 delfines viven en cautiverio en todo el país, muchos entrenados bajo restricción de alimento para obedecer órdenes en los espectáculos. 

A pesar de que la Ley General de Vida Silvestre prohíbe el aprovechamiento comercial de mamíferos marinos, la falta de regulación efectiva ha permitido que la explotación continúe.

Mientras tanto, el negocio sigue prosperando. Empresas como Dolphin Discovery y Delphinus ofrecen experiencias con delfines que van desde los $1,399 hasta los $3,300  pesos por persona. Los turistas pagan por nadar con ellos, tomarse fotos y presenciar sus acrobacias, sin conocer del todo el impacto de esta industria en el bienestar de los animales.

Los delfinarios en México operan con una impunidad alarmante, mientras los delfines siguen muriendo en nombre del “entretenimiento”, sin que hasta ahora se hayan tomado medidas reales. 

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