Vinculan la violencia con armas de EEUU

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  • El Gobierno federal ha señalado que la mayoría de las armas decomisadas proviene de Estados Unidos.
AGENCIA REFORMA

CIUDAD DE MÉXICO.- Después de años de registrarse un alto número de homicidios y de diversos estudios académicos no hay duda de que existe una relación directa entre las armas fabricadas y comercializadas en Estados Unidos y la violencia registrada en México, lo cual genera un alto costo humano, indicó Sergio Aguayo, académico e investigador en el Colegio de México.

La espiral violenta, señaló en entrevista, inició en 2004 cuando en el país vecino expiró una ley firmada por el entonces Presidente Bill Clinton que prohibía la comercialización de fusiles de asalto por su alto poder de fuego.

“Los Zetas se pudieron armar y no sólo ellos, sino los sicarios de otros grupos se armaron rápidamente porque termina el veto en 2004. Felipe Calderón llegó en 2006 a la Presidencia y al poco tiempo se dio cuenta del peso tan grande que tenía el flujo de armas en la violencia”, explicó.

Aguayo, quien es editorialista de Grupo REFORMA, coordina el Seminario sobre Violencia y Paz del Colegio de México, que ha generado reflexión e investigación académica sobre el impacto de las armas en la inseguridad y el empoderamiento de los grupos del crimen organizado.

En uno de sus últimos documentos de trabajo titulado “Aporte del Seminario sobre Violencia y Paz de El Colegio de México a la discusión sobre las armas de fuego en México”, editado por Dulce Alicia Torres, se estima, con base en distintas fuentes, que en el periodo de 2005 a junio de 2024 habría un total de 3 millones 900 mil armas de fuego ilegales en poder de civiles.

De este total, las autoridades sólo han logrado asegurar 337 mil 67 armas, lo que apenas representa un 8.64 por ciento.

“De acuerdo con esta base, entre 2017 y 2020 se registraron un total de 65 mil 552 homicidios vinculados a la delincuencia organizada, relacionados con 52 mil 321 eventos. Del total de homicidios, en al menos 52 mil 797 víctimas, relacionadas con 42 mil 430 eventos, el primer o único modo de muerte fue el impacto de arma de fuego, lo que representa un 80.54 por ciento del total. Esto refleja la alta incidencia en el uso de armas de fuego”, expone el documento.

Aguayo recordó que durante el sexenio de Calderón (2006-2012), su Administración decidió presentar demandas en Estados Unidos contra los fabricantes de armas, pero al final, por razones desconocidas, se desistió de esta intención.

“Ya estaban firmados los bufetes (de abogados), uno de Miami y otro de Nueva York, no iban a cobrar, si no iban a cobrar cuando se obtuvieron una indemnización, pero sin explicar jamás por qué el Gobierno de Felipe Calderón retira esas demandas, lo cual en mi opinión fue un error incomprensible”, señaló.

Fue hasta 2020, ya durante la Administración de Andrés Manuel López Obrador, indicó, que la Cancillería por conducto de su entonces consejero jurídico, Alejandro Celorio, presentó una demanda en una corte de Boston, Massachusetts, acusando a los fabricantes de armas de actuar con negligencia pues producen y comercializan sus productos a sabiendas de que van a parar a manos de criminales mexicanos e incluso los diseñan para satisfacer sus gustos y necesidades.

“La demanda ha avanzado y, por primera vez, se va a discutir (el próximo 4 de marzo) en la Suprema Corte. Hay quien dice que es una Suprema Corte conservadora, que van a votar a favor de los fabricantes de armas; es posible que así sea, pero eso no anula que esté otra demanda, porque aquí se va a discutir la demanda de Boston cuando ya hay otra, una segunda demanda en Arizona, todavía sigue su curso.

“Así que tenemos una estrategia jurídica que además le da un poderoso instrumento de negociación al Gobierno de Claudia Sheinbaum”, consideró.

El trabajo académico que ha producido el Seminario fue incorporado en el documento que el despacho internacional Arnold&Porter presentó el mes pasado bajo la figura de Amicus Curiae (Amigos de la Corte) ante el máximo tribunal estadounidense.

“El tema de las armas ha estado siempre entre nuestras prioridades (de investigación) por una razón muy sencilla, el enorme costo humano que estamos pagando se debe en buena medida a la enorme cantidad de armas que llegan a las organizaciones criminales desde Estados Unidos de manera irrestricta y sin control”, señaló.

-¿Las altas tasas de violencia que se registran en México no se explicarían sin este abastecimiento permanente de armas y municiones que vienen de Estados Unidos?

“Sí, hay una relación causal ya muy establecida; hay trabajos de investigación que demuestran que cuando termina el veto firmado por Bill Clinton en 1994, prohibiendo la venta de rifles de asalto en las armerías estadounidenses, termina en 2004 y se dispara el número de homicidios en los municipios de la frontera norte del País, ese es uno de los indicadores más directos de la causalidad que hay entre más armas, más violencia homicida. Definitivamente no hay ninguna duda”, sostuvo.

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