- Desde febrero, el sistema de aduanas enfrenta una crisis por su sistema de exportación y por retenes de seguridad.
MIGUEL DOMÍNGUEZ / AGENCIA REFORMA
REYNOSA, TAMAULIPAS.- Luego de días con tiempos de espera de 24 horas y tras dos jornadas consecutivas de bloqueos por parte de traileros, los patios de la Aduana fueron desfogados ayer por la tarde y las filas kilométricas se terminaron en el Puente Reynosa-Pharr, el más importante para la exportación de productos agrícolas mexicanos.
Sin embargo, la Guardia Nacional agravó el calvario de los viajeros en autos privados, que tuvieron que esperar más de dos horas para superar el retén en el Puente Anzaldúas, favorito de foráneos, principalmente habitantes de Nuevo León que van de compras y paseo a McAllen.
Edgar Zamorano, presidente de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar) en Reynosa, indicó que el acuerdo del pasado viernes se cumplió por los elementos de la Guardia Nacional y las autoridades de la Aduana, en control del Ejército desde el 2021.
- Pide Zelensky garantías para firmar
- Aranceles van el martes… pero Trump negocia.- Lutnick
- Presume Trump mínimo histórico de arrestos en frontera con México
El líder transportista pactó agilizar las revisiones para acabar con el rezago acumulado por el filtro de revisión para buscar drogas, instalado tras los acuerdos entre la Presidenta Claudia Sheinbaum y su homólogo estadounidense Donald Trump para evitar aranceles contra México.
“Se tenía contemplado ampliar el horario (del sábado), mínimo a las 3 de la tarde”, dijo Zamorano, “pero no fue necesario, después de las dos se acabó de revisar el último”.
Ayer, sólo se reportaron atorones del lado texano, pero la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos ofreció corregirlo a más tardar hoy.
Zamorano dijo que la Administración de la Aduana de Reynosa les advirtió que las revisiones van a continuar, pero volverán a ser aleatorias, en lugar de las lentas inspecciones de tráiler por tráiler que atoraron el tráfico.
“Vamos a empezar el lunes de cero, y con las revisiones haciéndose de una forma más seleccionada”, informó.
Sin embargo, la Guardia Nacional complicó más el paso a los conductores foráneos y locales al cerrar el acceso al Puente Anzaldúas por la carretera ribereña, por lo que debieron cambiar la ruta.
Esta situación provocó mayor congestionamiento en el retén de revisión, al juntarse viajeros locales y de la ribereña con los conductores foráneos procedentes, principalmente, de Monterrey.
Todos los usuarios del Puente Anzaldúas estaban empleando en promedio dos horas en cruzar el retén de la Guardia Nacional y otra hora para cruzar la Aduana estadounidense.
En el céntrico Puente Reynosa-Hidalgo se vive una situación similar, con filas kilométricas y más de dos horas de espera para llegar al retén.
En el retén los agentes siguen realizando las inspecciones sin más tecnología, sin escáner, solo con un perro olfateador los auxilia.
En el Puente Reynosa-Hidalgo se vive una situación similar pues los elementos de la Guardia Nacional trabajan manualmente las revisiones, pero con más los equipos que inspeccionan las cajuelas y el interior de los carros.
A pesar de ello, las filas este fin de semana volvieron a estar muy largas, similares a las que se registran durante días festivos.
La hilera de vehículos en espera se extendió hasta el Libramiento Luis Echeverría Oriente y el tiempo promedio de fila para cruzar el retén era de dos horas a una hora y media por intervalos. En el lado americano, los usuarios del puente reportaron que el paso era ágil, normal a un fin de semana.
Te puede interesar: Acuerdan México-Estados Unidos acciones contra fentanilo y armas
