- En Yucatán, las mujeres son el pilar de la industria restaurantera, pero también las principales víctimas de desigualdad salarial y condiciones laborales adversas.
JOSÉ CAB
MÉRIDA, YUC.- En Yucatán, las mujeres son el pilar de la industria restaurantera, pero también las principales víctimas de desigualdad salarial y condiciones laborales adversas.
Aunque representan 56 por ciento de la fuerza laboral en el sector, su salario es hasta 14 por ciento inferior al de sus compañeros hombres, reveló Claudia González Góngora.
La presidenta de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac) en el estado, explicó que esta brecha no es exclusiva de Yucatán, sino que refleja un problema estructural que afecta a todo el país.
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En un entorno donde los restaurantes no sólo ofrecen empleo, sino también una vía para que muchas mujeres logren independencia económica y estabilidad, esta desigualdad se convierte en un obstáculo persistente.
González Góngora subrayó la urgencia de crear condiciones laborales más justas, donde la equidad de género sea una realidad y no sólo un discurso.
Para combatir este panorama, la Canirac trabaja en coordinación con autoridades locales para impulsar la creación de “puntos violetas”, espacios seguros dentro de los establecimientos donde las trabajadoras puedan resguardarse o pedir apoyo en caso de enfrentar situaciones de violencia o acoso.
Este tipo de agresiones son frecuentes en un sector caracterizado por la alta rotación de personal y el consumo de alcohol, lo que crea un ambiente propenso a episodios de violencia de género.
La violencia y el acoso en los restaurantes no solo ponen en riesgo la integridad física y emocional de las trabajadoras, sino que también provocan un efecto devastador en su desarrollo profesional.
Muchas mujeres se ven obligadas a abandonar sus empleos para protegerse, lo que no solo afecta sus ingresos y calidad de vida, sino que también reduce el talento femenino disponible en el sector, perpetuando un círculo vicioso de exclusión y precariedad laboral.
González Góngora expuso que a pesar de este panorama adverso, las mujeres han demostrado una notable capacidad de resistencia y adaptación, logrando ocupar roles clave dentro de la industria restaurantera.
Históricamente vinculadas al arte culinario, hoy su presencia es cada vez más visible en puestos de liderazgo, lo que evidencia su talento, tenacidad y compromiso con la profesionalización del sector.
Con iniciativas enfocadas en empoderar a las trabajadoras y garantizar su seguridad, la Canirac pretende posicionarse como un aliado estratégico en la lucha por la igualdad de género en el ámbito laboral.
González Góngora indicó que el desafío es grande, pero si el sector restaurantero logra consolidar estas acciones, podría convertirse en un modelo de transformación hacia un entorno más justo, seguro y equitativo para todas las mujeres que día a día sostienen esta industria.
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