- En busca de cumplir con menús lo más saludables posibles, los niños de Nuevo León tuvieron ayer un recreo que supo diferente.
DANIEL SANTIAGO – IMELDA ROBLES / AGENCIA REFORMA
MONTERREY, NL.- En busca de cumplir con menús lo más saludables posibles, los niños de Nuevo León tuvieron ayer un recreo que supo diferente, sin las cantidades excesivas de sodio, grasas y azúcares, como los populares juguitos de caja.
Directivos, maestros y padres de familia se dieron a la tarea de que la primera jornada de los lineamientos para eliminar la comida chatarra de las tienditas escolares fuera una prueba superada.
El desafío fue distinto para cada plantel. Mientras algunas enfrentaron la prohibición con el convencimiento de que se trata de una medida necesaria para combatir sobrepeso y obesidad, para otras representa todo un reto crear hábitos saludables en un entorno que no los favorece.
Ya desde hace tiempo algunos centros procuraban ofrecer sólo alimentos nutritivos, contaron padres de familia y maestros entrevistados, pero otros tuvieron que cambiar radicalmente el menú.
“En esta escuela ya la directora no permitía que les trajéramos papitas ni refrescos”, afirmó una mamá a las afueras de la primaria “Luis Elizondo”, en Guadalupe, “pero en la secundaria de mi hijo va a estar difícil, porque ahí sí les venden papitas con salsa”.
También en la primaria “Ignacio Zaragoza” el personal docente se adelantó a la medida, señaló una profesora de ese plantel en El Barro.
“Desde enero se retiró el proveedor que surtía (la tienda escolar) y se habló con los padres de familia exhortándolos a preparar un snack saludable a sus hijos. Los primeros días hubo resistencia de algunas mamás, pero finalmente entendieron que es por el bien de los niños”, dijo la docente.
Mamás consultadas también comentaron que, aunque están de acuerdo en que se fomenten los hábitos saludables, será difícil para los niños y para los mismos padres acostumbrarse a la comida saludable.
“Mis hijos no están acostumbrados a las frutas y verduras”, dijo otra mamá entrevistada.
En lugar de tostadas con crema, galletas o frituras, los centros educativos deben ofrecer ahora vasos o botellas con agua natural, ensaladas o fruta de temporada, establece la nueva dieta escolar que forma parte de la estrategia federal “Vive saludable, vive feliz”.
Los lineamientos establecen sanciones y multas económicas en caso de que haya venta de chatarra al interior, pero hay dudas sobre a quién irán dirigidas, si a los directivos o a la escuela.
Entre los productos prohibidos están frituras, dulces, pastelillos, pizzas, hot dogs, jugos y refrescos. Las escuelas sólo pueden vender frutas y verduras, postres y botanas con base en semillas y cereales y agua.
Las medidas aplican desde preescolar hasta universidades, lo que representa todo un reto al haber al interior de estas últimas tiendas de conveniencia donde los snacks son los preferidos de los estudiantes.
“Ahora hay más cocineros en la cafetería preparando las bebidas de frutas y alimentos con freidoras de aire sin aceite”, contó el director de una preparatoria de la UANL.