- Seis mexicanos fueron invitados para integrarse como nuevos miembros de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood.
STAFF / AR
CIUDAD DE MÉXICO.- Que seis mexicanos fueran invitados para integrarse como nuevos miembros de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood (AMPAS) no sólo es un reflejo de la diversificación que la organización busca, sino también de la admiración que el cine mexicano y sus realizadores generan en el extranjero.
Los productores Julio Chavezmontes y Elena Fortes, dos de ellos, contaron que es común que cuando participan en una coproducción con cineastas de otras partes del mundo, se reconozca los aportes que llevan consigo.
“No es casual esto, tenemos de los mejores equipos de producción del mundo, es algo que nos repiten con muchísima frecuencia siempre que trabajamos en películas internacionales y sumamos equipos y elenco mexicano”, indicó Chavezmontes, en entrevista.
“Habla de la grandísima importancia de la industria cinematográfica mexicana, también a nivel artístico, y reconoce lo formidable del talento que hay acá en México y lo importante que el resultado es para la industria internacional”, añadió el coproductor de la nominada al Óscar, El Triángulo De La Tristeza.
Ambos realizadores creen que en una época donde crecen las coproducciones internacionales, incluso es un paso lógico que la Academia estadounidense integre votantes al Óscar de otros países que la nutran con sus visiones.
Este año también fueron invitados la directora y escritora Astrid Rondero (Sin Señas Particulares, Sujo), la actriz Adriana Paz (Emilia Pérez, La Tirisia), el director David Pablos (El Baile de los 41) y la directora general de Diamond Films México, Giselle Abbud, quienes de aceptar deberán pagar una cuota de 450 dólares.
Los dos productores se dijeron orgullosos de estar en la misma generación que sus otros colegas mexicanos, en quienes reconocen aportes para hacer crecer la cinematografía del País al impulsar narrativas distintas.
Fortes, ex directora general del festival de documentales Ambulante, se encuentra en medio de dos rodajes donde colaboran mexicanos, estadounidenses y daneses, lo que la convence más de la relevancia de la multiculturalidad en las producciones.
“Hemos aprendido en México de optimización de recursos y que las limitaciones son oportunidades creativas, siempre nos han llevado a generar soluciones. También creo que nuestra manera de producir siempre ha estado abierta a los accidentes afortunados por la misma razón.
“El contexto actual, al menos para el cine independiente de autor, está cambiando mucho, hay que replantear los esquemas de producción de manera que haya mucho más intercambio entre países en todas las etapas de la producción”, consideró Fortes, detrás de Una Película de Policías, de Alonso Ruizpalacios.
Además de la oportunidad para votar en el Óscar, la productora también fue invitada hace unos meses a sumarse a la Academia de Cine Europeo.
NO SON PROFETAS EN SU TIERRA
Mientras la calidad del cine mexicano es reconocida a nivel internacional, el público del País en general no lo mira con los mismos ojos, creen los realizadores.
En Francia, ejemplifica Chavezmontes, se valora mucho la cinematografía del País porque ahí llegan varias películas no comerciales, mientras que los estrenos en México se encuentra con varios estigmas.
Formar parte de la academia hollywoodense, esperan, puede ser una vía para reforzar vínculos con los mexicanos y se den oportunidad de descubrir su cine.
“Hollywood es un epicentro a nivel histórico y de producciones, uno de los mercados más grandes del mundo y veo la voluntad de reconocerse en un contexto internacional. Con las plataformas ya podemos ver películas filmadas en otros lugares con talento local”, resaltó Fortes.
“Lo hermoso del cine mexicano es su pluralidad. (Llegar al público) es la gran asignatura pendiente y requiere un importante esfuerzo de política pública que esté a la altura de la potencia de esta industria. Espero que ayuden a que se sumen nuevas voces”, añadió Chavezmontes.