- El Senado de Estados Unidos alistaba anoche el aval a la más grande inversión en control migratorio y fronterizo de su historia.
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WASHINGTON, EU.- El Senado de Estados Unidos alistaba anoche el aval a la más grande inversión en control migratorio y fronterizo de su historia con más de 160 mil millones de dólares planeados para aumentar de forma masiva las deportaciones de indocumentados y completar cientos de kilómetros de muro con México.
Pendiente de avalarse hasta la medianoche de ayer, la masiva inversión en control migratorio y fronterizo es parte del plan fiscal y de gasto del Presidente Donald Trump conocido como el “Gran y Hermoso Proyecto de Ley” que el Mandatario ha pedido a las mayorías republicanas en el Capitolio aprobar antes del 4 de julio.
“Tenemos la oportunidad de aprovechar los avances que la Administración Trump ha logrado en proteger nuestra frontera y en deportar a delincuentes y convertir esto en algo permanente”, dijo el líder republicano en la Cámara Alta, John Thune, al abrir el debate en el pleno.
El proyecto de ley contempla poner a disposición del Presidente más de 46 mil millones de dólares para la construcción de muros fronterizos, lo que significa una cifra tres veces mayor a los 15 mil millones de dólares gastados por Trump en su primera Presidencia y que permitieron construir 730 kilómetros de muro.
De la misma forma, el proyecto de ley también contempla dotar al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) con más de 29 mil millones de dólares, lo que significa una cifra más de tres veces mayor a los 9 mil millones de su presupuesto anual y que le permitiría incrementar masivamente las deportaciones.
Con dichas inversiones, Trump podría alcanzar su meta de 1 millón de deportaciones de migrantes al año.
AVANZARON DEBATE A MARCHA FORZADA
Los senadores republicanos avanzaron entre obstáculos ayer hacia la aprobación de su extenso proyecto de ley en materia fiscal y migratoria, trabajando durante todo el día para convencer a los últimos escépticos y tratar de burlar las maniobras demócratas para retrasar la votación final.
Hasta la medianoche, no se había aprobado el proyecto en la Cámara Alta por las numerosas discusiones sobre enmiendas.
La medida reduciría además el gasto en programas de asistencia social.
Sin embargo, con una mayoría de 53-47, los republicanos del Senado sólo pueden permitirse perder tres votos, y ya hay dos senadores republicanos que han expresado su oposición.
En caso de que el Senado apruebe el proyecto, la Cámara de Representantes deberá votarlo nuevamente antes de enviarlo al despacho de Trump.