JORGE GONZÁLEZ
VERACRUZ, VER.- Con banderas multicolor, mensajes de resistencia y un llamado a la inclusión real, cientos de personas participaron en la marcha del orgullo LGBTIQ+ en Veracruz.
El recorrido reivindicativo tuvo como consigna principal “Alzar la voz”, en referencia a los desafíos que aún enfrenta la comunidad en la entidad y en el país.
Entre tambores, performances y pancartas con demandas históricas, los contingentes caminaron por el boulevard del puerto.
Recoamaron el cumplimiento efectivo de leyes que, si bien existen, aún no se traducen en transformaciones tangibles en la vida cotidiana de las personas de la diversidad sexual.
“Ya tenemos la ley de identidad de género autopercibida, aprobada por el Congreso del estado el pasado 1 de abril.
“Eso nos permite a las personas trans realizar el cambio de datos legales”, explicó Aruna Rafaella Cano, reina trans de esta edición y activista por los derechos LGBTIQ+; sin embargo, advirtió que la norma, por sí sola, no basta.
“Podemos tener mil leyes, pero mientras no se ejecuten de manera correcta, no se logra nada.
“Hace falta que las instituciones funcionen como deben y que la sociedad se deconstruya, pero también es importante que lo hagamos desde dentro, como comunidad”, dijo durante su participación en el acto central.
La movilización también sirvió como plataforma para reflexionar sobre las múltiples violencias que persisten: discriminación laboral, exclusión educativa, crímenes de odio y estigmas que siguen marcando la vida de muchas personas.
Activistas recordaron que Veracruz ocupa uno de los primeros lugares nacionales en agresiones contra personas LGBTIQ+, especialmente contra mujeres trans.
Pese al contexto adverso, los participantes destacaron avances, como el reciente trámite de reconocimiento de identidad de género, que permite modificar nombre y sexo en documentos oficiales de forma más accesible.
Aun así, insistieron en que el reto más profundo está en cambiar estructuras sociales y culturales arraigadas en la transfobia y la homofobia.
“El orgullo no se celebra un solo día. Esta marcha es memoria, resistencia y también una exigencia para que se garanticen nuestros derechos todos los días del año”, expresó una integrante del colectivo Orgullo Veracruzano.
Se recordó que los logros actuales han sido fruto de décadas de lucha colectiva, y que el camino hacia la justicia social y la equidad de género apenas comienza.