- Quedó expuesta una cadena de vulnerabilidades que amenaza la salud mental, seguridad y futuro de estudiantes, cuando se carece de contención emocional o redes de apoyo, revela un informe de la FGE.
OMAR ROMERO
CANCÚN, Q. ROO.- Más allá de las aulas, los uniformes o el aprovechamiento escolar entre niñas, niños y adolescentes de Quintana Roo, los alumnos tienen problemas graves que amenazan su salud mental, su seguridad y su futuro.
Así lo ha confirmado el programa “Prevención a través de la educación” coordinado por la fiscalía general de Quintana Roo, que ha detectado conductas preocupantes como la depresión, el consumo de sustancias y los distintos tipos de violencia.
En un análisis realizado de noviembre de 2024 a septiembre de 2025, se identificaron 143 casos de riesgo, de los cuales 31 están relacionados con depresión, ansiedad y autolesiones (conocidas como cutting), y otros 28 casos vinculados al consumo de sustancias psicoactivas.
Ambos factores combinados representan casi la mitad de los señalamientos recibidos por el programa, que son las amenazas principales para la salud emocional y física de los jóvenes.
“Esto nos da la idea de ese universo al que estamos llegando, atendiendo a las niñas, niños y adolescentes, escuchándolos, apoyándolos, creyéndoles lo que sí nos están diciendo.
“De lo que están viviendo en casa o en las calles o en los lugares donde ellos comúnmente habitan”, explicó el asesor del fiscal en temas de prevención de adicciones y del delito, Miguel Ángel Sánchez.
El programa ha trabajado en 47 escuelas de Cancún principalmente, y ha estado en contacto directo con más de 54 mil personas, principalmente estudiantes y docentes.
Lo más alarmante es que en muchas de estas instituciones se han reportado conductas graves entre los propios alumnos, como el narcomenudeo, las amenazas, el bullying y ciberbullying, y el consumo de drogas dentro del plantel.
En Benito Juárez, por ejemplo, 25 secundarias reportaron 23 mil 334 conductas inadecuadas, de las cuales 2 mil fueron calificadas como graves.
Además de los problemas de adicciones, el equipo del programa identificó casos de violencia familiar (17), abuso sexual (11), acoso sexual (8) y trata de personas en menores de edad (2).
La fiscalía ha abierto 25 carpetas de investigación, dos de ellas ya con órdenes de aprehensión ejecutadas.
Estos datos reflejan una cadena de vulnerabilidades cuando los jóvenes no tienen contención emocional ni redes de apoyo, pueden terminar siendo víctimas o incluso involucrarse como agresores en delitos graves.
Entre enero de 2024 y junio de 2025, la Fiscalía Especializada en Delitos Cometidos por Adolescentes ha documentado 26 órdenes de aprehensión, 51 vinculaciones a proceso y 40 sentencias condenatorias.
Los delitos cometidos por adolescentes ya no son menores: se han registrado casos de homicidio, secuestro y otros delitos de alto impacto.
El mayor valor del programa es que los jóvenes están hablando. De los 137 casos identificados, la mayoría fueron auto reportes voluntarios de estudiantes que se acercaron a los equipos dentro de sus escuelas. Esto demuestra una necesidad urgente: escuchar, contener y actuar.
“Los alumnos nos buscan directamente. Ya no esperan llamar a un número o que los vean en una oficina. Nosotros estamos ahí, y ellos nos están diciendo lo que les pasa. Hay que creerles”, enfatizó el funcionario.
El programa “Prevención a través de la educación” se convierte así en un modelo de atención integral, donde justicia, salud mental y educación trabajan juntos para proteger a este sector de la sociedad.