José Luis Carrillo Ramos
Quienes tenemos seguro de gastos médicos mayores, sin importar la antigüedad de las pólizas ni si las hemos usado o no, sabemos cada año que se nos aplica la famosa máxima de “flojitos y cooperando”.
¡Siempre suben de precio de manera obscena!
¡Y nunca, pero nunca, nos han invitado siquiera a un café, ya no digamos de Starbucks, sino de algún Oxxo o Super7!
Peor aún, cuando el asegurado rebasa los 60 años, ese aumento resulta doblemente obsceno. No importa que, como en mi caso personal, lleves casi 40 años pagando religiosamente cada semestre sin haber tenido que utilizarla, afortunadamente.
Sin embargo, al fin los señores diputados se dieron cuenta de que pueden hacer algo bueno por los ciudadanos y están decididos a “meter en cintura” a aseguradoras y hospitales privados, que sencillamente ya nos agarraron de “puerquitos”.
“Cuando superas los 60 años, las aseguradoras lo que quieren es que te vayas”, dijo el diputado federal de Coahuila, Jericó Abramo Masso, durante una reciente entrevista en el Podcast Café Cargado Mx.
Al inicio de la nueva legislatura federal existe unanimidad entre todos los grupos parlamentarios del Congreso para presentar un paquete interesante de reformas constitucionales que frenen los reiterados abusos de hospitales privados y aseguradoras en México.
Aunque sus agentes de ventas digan lo contrario al ofrecernos pólizas de gastos médicos mayores, lo cierto es que anteponen el fin de lucro por encima de la salud y la dignidad humana, diseñando planes financieros insostenibles para las personas que superan los 45 años.
Peor aún, existen evidencias de un “pacto criminal” para distorsionar el mercado en este sector, perjudicando siempre a los asegurados para beneficiar a empresarios insensibles.
El diputado priista de Coahuila y exalcalde de Saltillo calificó esta alianza perversa como un “robo en despoblado” al presentar en la Cámara de Diputados un paquete de reformas legales para revertir estos abusos.
Y vaya que el legislador norteño tiene razón, y le sobran motivos. Basta recordar lo sucedido recientemente en Monterrey, donde una paciente denunció una cuenta desorbitada que se incrementó aún más cuando en el Doctors Hospital se enteraron de que tenía seguro de gastos médicos mayores.
Muchos conocimos el caso de Alena Kharissova, quien, luego de recibir el alta médica, enfrentó un intento del hospital por cobrarle seis mil pesos por una caja de Pepto-Bismol, entre otros cargos fantasma. El abuso denunciado se viralizó en redes sociales, obligando al hospital a recular y asegurar que todo se debió a “malos entendidos”.
La propuesta del priista coahuilense fue respaldada por todos los grupos parlamentarios, incluyendo a los de la coalición en el poder (Morena, PT y PVEM).
¡Vaya, de qué va, va!
Para Abramo Masso, no hay de otra: para los comerciantes de la salud de los mexicanos, los pacientes no son considerados prioritarios, ya que son el último eslabón en la cadena de gastos poco transparentes, donde siempre se privilegian las ganancias de los prestadores de servicios de salud.
“Las aseguradoras llegan a los hospitales y les dicen: si quieres que te mande a mis asegurados, dame un 30 por ciento de descuento sobre todos tus procedimientos médicos. ¿Qué hace un hospital al que le acaban de invertir 500 millones de pesos? Pues termina aceptando”, expresó de manera enfática el diputado de Coahuila.
¡Vaya! Hasta nos cobran por el estacionamiento, sin importar que vayamos a una consulta médica que, en Monterrey, puede superar los tres mil pesos.
Cuando preguntamos a nuestro médico de confianza sobre la insensibilidad de los propietarios de hospitales, terminan por darnos la razón, pero responden con otra pregunta:
“¿Cuánto crees que me cobran de renta en este hospital?”
Los hechos siempre superan a los dichos. Aunque los cabilderos de hospitales y aseguradoras se la pasen “llorando” más que cualquier cebolla del mercado de abastos, lo cierto es que ya arrastran una deuda enorme con los mexicanos, derivada del crecimiento económico y poblacional.
Mientras que en Colombia la inflación médica en 2024 fue del 5%, en México alcanzó el 15%, tres veces más.
Este pacto perverso entre aseguradoras y hospitales hace que México sea de las naciones donde más suben los costos de las pólizas de salud. Y mientras tanto, las aseguradoras justifican sus abusos argumentando que solo existen 14 millones de asegurados.
¡Nada más falso! Es cierto que existen 14 millones de pólizas, pero cada una cubre en promedio a tres personas. Es decir, en México hay hasta 45 millones de ciudadanos asegurados.
Sencillamente, las aseguradoras encarecen de manera perversa cada año sus costos, buscando atraer a jóvenes que pagan entre 10 y 25 mil pesos anuales, de acuerdo con la Condusef.
Pero cuando rebasas los 35 años, las pólizas se disparan hasta los 45 mil pesos anuales. Y al superar los 45 años —justo cuando somos más susceptibles de necesitar los servicios contratados— suben entre un 50 y un 70%.
¿Tendrán llenadera o buscarán ampararse para seguir con el negocio?
Esta historia apenas comienza.