- Con la mirada al frente y unas pinzas alrededor de sus ojos, la escultura de la Niña Cangrejo “vigila” a quienes entran al municipio por la Calzada San Pedro.
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MONTERREY, NL – Con la mirada al frente y unas pinzas alrededor de sus ojos, la escultura de la Niña Cangrejo “vigila” a quienes entran al municipio por la Calzada San Pedro.
La escultura, que está ubicada a la entrada de la Colonia Fuentes del Valle, mide 10 metros de altura, es de bronce con una patina roja, y fue diseñada por el artista oaxaqueño Sergio Hernández.
En el anverso de la escultura, la niña mira hacia el frente con dos tenazas al rededor de los ojos, como si fueran binoculares. Mientras que en el reverso, la niña tiene la mirada fija hacia el frente.
Desde antes de ser candidato a la Alcaldía por cuarta ocasión, Mauricio Fernández tenía la inquietud de colocar esta pieza de arte en el acceso al Municipio, dijo el Alcalde Mauricio Farah.
“…tenía mucha ilusión de que (la obra) pudiera estar observando a toda la gente que entra al Municipio, sampetrinos y del área metropolitana, y también hacía el lado sur, pues nomas verlos así como, ya no con las tenazas, pero con un poco de más calma”, explicó.
A la inauguración de la escultura asistieron los hijos del Ingeniero, Alana, Vanessa, Maximiliano, Antún y Stefan Fernández, quien pronunció un discurso destacando la amistad que su padre tenía con el escultor de la obra.
“Sin duda alguna sus más importantes amistades en el medio artístico fue con personas con su misma esencia, como en este caso el maestro Sergio Hernández, personas con esa profundidad de locura de entender e integrar la vida más allá de lo que uno puede llegar a comprender”.
“La niña cangrejo para mí, es un tributo a estas grandes personalidades”, dijo.
Esta obra que costó 8 millones, 688 mil 794 pesos, es una réplica. La original mide 70 centímetros y es parte de la colección de la familia Fernández Zambrano.
Para ampliarla, el artista cedió los derechos, mientras que los trabajos estuvieron a cargo del arquitecto Alejandro Velasco Mancera en su taller de la Ciudad de México y el tiempo de realización fue de 4 meses.
En este mismo punto, estuvo de 1967 al 2011 la escultura de “El David”, una réplica del original “David”, de Miguel Ángel.