- Cada uno y dos de noviembre, muchos hogares mexicanos se transforman, las fotografías y los aromas del copal crean un ambiente que celebra la memoria y la vida.
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MONTERREY, NL.- Cada uno y dos de noviembre, muchos hogares mexicanos se transforman; las velas, las flores de cempasúchil, las fotografías y los aromas del copal crean un ambiente que celebra la memoria y la vida.
Más allá del altar tradicional, se busca mantener el espíritu del Día de Muertos en el hogar durante todo el año, a través del arte, la arquitectura y el diseño interior.
Si tú también quieres incorporar esta tradición mexicana, puedes tomar los consejos de los especialistas.
Las “catrinas”, por ejemplo, caracterizan al artista José Guadalupe Posada, quien se hizo famoso gracias a las pinturas de Diego Rivera; ahora, las catrinas se pueden ver como decoración en muchas viviendas mexicanas.
Las catrinas de barro y pintadas a mano son originarias de Capula, Michoacán; a veces también se elaboran con estructura de alambre y se recubren con papel aglutinado.
Además, se puede agregar más decoración junto a las catrinas, como vajillas, tazas, macetas, vasos y jarrones también elaborados con barro.
Por otra parte, las “fridas” también aparecen como calaveras famosas de barro negro que provienen de Oaxaca; es posible encontrarlas de barro rojo con decoraciones de filigrana.
Se pueden incorporar al hogar de diferentes formas, por ejemplo, colocándolas como centro de mesa.
Otra opción es utilizarlas como portavelas, para colocar velas aromáticas, o como recipientes para guardar objetos pequeños, como llaves.
La gente las coloca y acomoda en estantes o repisas para que simplemente realcen el espacio.
Estos días festivos, en la arquitectura regional, los documentos arquitectónicos mencionan que a los “nichos” se utilizaban en muros para colocar esculturas.
También se usaban para poner imágenes religiosas o decorativas; los nichos pertenecen al arte funerario clásico y lo trabajan los escultores y artistas y pueden elaborarse con concreto, mármol y cantera.
Hay una gran variedad de formas, como redondas, cuadradas, rectangulares y triangulares. Incluso es posible agregar iluminación con luz cálida.
En cuanto a vegetación se refiere, existen flores endémicas de México que uno puede tener en el jardín o como decoración.
Además de ser coloridas y llamativas, hacen que se tenga un pedacito del país en la vivienda.
El “Cempasúchil” es de vivo color amarillo, casi naranja, aunque también existen variedades amarillas, casi verdes; desde tiempos prehispánicos, esta flor ha adornado los altares u ofrendas a los muertos.
La “Dalia”, por su parte, es declarada como Flor Nacional de México en 1963, es una especie muy valorada por los diversos y vivos colores de sus 43 variedades.
La “Nochebuena” es conocida por sus hojas principalmente de color rojo, pero también las hay color rosa, amarillas e incluso blancas.




