- Valentina Murrieta se ha convertido en el nombre propio del combinado tricolor en su espectacular camino rumbo a las Semifinales de la Copa del Mundo.
STAFF / AR
CIUDAD DE MÉXICO.- La portería de la Selección Mexicana Femenil en el Mundial Sub 17 está en muy buenas manos.
Valentina Murrieta se ha convertido en el nombre propio del combinado tricolor en su espectacular camino rumbo a las Semifinales de la Copa del Mundo.
La arquera se ha robado casi todos los reflectores y ha atraído las miradas del mundo gracias a sus grandes actuaciones bajo los tres postes de la meta mexicana, sobre todo frente a Italia en los Cuartos de Final.
Murrieta hizo ver sencillo lo difícil: detener tres penales en un mismo partido de un Mundial, dos en tiempo regular y uno más en la tanda de penales, y su hazaña significó el boleto a la Semifinal para el conjunto tricolor.
“El mejor día de mi vida, y espero que no sea el último. Quiero vivir otro día así… y ganar la Final”, declaró Valentina después de vencer a las italianas.
La heroína mexicana nació el 22 de octubre de 2008 en Veracruz, y con 17 años ya ha logrado destacar y ganar campeonatos con el América.
Hace apenas seis meses Murrieta festejó el título de la categoría Sub 18 con las Águilas, sin imaginarse que poco después el destino le tendría preparados más momentos inolvidables.
Se ha declarado admiradora de porteros como Guillermo Ochoa y Blanca Félix, a quienes definitivamente ha logrado imitarles varias de sus cualidades en el arco.
Su talento le hacía destacar desde pequeña, tanto que le permitía entrenar con niños sin complicaciones, antes de dar el paso a un club como América y de llamar la atención de la Selección Mexicana.
Hoy, todo ese proceso la ha llevado a ser ovacionada a la distancia por la afición tricolor.
Porque no solo fueron esos tres penales atajados, Murrieta se ha hecho gigante en el arco mexicano durante toda la Copa del Mundo Sub 17, al grado de igualar el récord de cuatro partidos consecutivos sin recibir gol que anteriormente consiguieron Japón en el 2014 y Corea en el 2024.
“Gracias a Dios atajé esos penaltis. Tenía plena confianza en mis compañeras; sabía que podían lograrlo. Simplemente me dije que si lograba detener un disparo, sería suficiente. Tenían la determinación necesaria para marcar”, dijo Valentina tras el pase a Semifinales.




