- La informalidad laboral en México representa un reto para el desarrollo económico y social, afectando especialmente a mujeres, jóvenes y adultos mayores.
STAFF / AR
CIUDAD DE MÉXICO.- La informalidad laboral en México representa un reto para el desarrollo económico y social, afectando especialmente a mujeres, jóvenes y adultos mayores, advirtió la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) en su diagnóstico incluido en el Programa Sectorial 2025-2030.
Según el plan publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), al segundo trimestre de 2025, 32.6 millones de personas ocupadas se encontraban en condiciones de informalidad laboral, sin acceso a seguridad social ni derechos laborales básicos, y con ingresos inestables y condiciones de trabajo precarias.
“En México, la informalidad laboral es una preocupación constante porque representa una de las principales fuentes de empleo y, al mismo tiempo, suele ser la única fuente de ingresos para los grupos más vulnerables”, indicó la STPS.
Agregó que esta situación perpetúa la vulnerabilidad económica, la desigualdad y la baja productividad, mientras que la formalización del empleo abre la puerta a un sistema de protección social integral y avances salariales.
Entre 2018 y 2025, la tasa de informalidad disminuyó de 56.5 a 54.8 por ciento, aunque sigue siendo un desafío para el desarrollo económico y social, impactando de manera desigual a mujeres, jóvenes y adultos mayores.
El diagnóstico también destaca que, pese al crecimiento de los ingresos promedio de trabajadores formales e informales en este periodo, persiste una brecha significativa: los formales ganan en promedio 14 mil 54 pesos mensuales, frente a 7 mil 540 pesos de los informales, casi 86 por ciento menos.
Además, existe una brecha de género: en 2025, los hombres percibieron 11 mil 300 pesos de promedio, mientras que las mujeres ganaron 8 mil 796 pesos.
Por ello, la STPS enfatiza la necesidad de facilitar la vinculación laboral entre buscadores de empleo y empresas, priorizando a quienes enfrentan mayores barreras para acceder a un empleo formal.
“Es fundamental mejorar la conexión entre oferentes y buscadores de empleo, garantizando seguridad social, respeto a derechos laborales y condiciones de trabajo dignas”, concluyó la dependencia.




