- A la ‘Isla de las Golondrinas’ le pegó la disminución de conectividad aérea en 18%, pero evitó un impacto severo al mantener los niveles de ocupación hotelera muy similares a 2024.
OMAR ROMERO
CANCÚN, Q. ROO.- La isla de Cozumel enfrentó la disminución en la conectividad aérea en 18 por ciento este año, pero se evitó un impacto severo en la actividad turística.
La “Isla de las Golondrinas” logró mantener los niveles de ocupación hotelera muy similares a los de 2024, consideró la Asociación de Hoteles de Cozumel.
“Este año ha sido complicado, estamos en línea, afortunadamente, con el año pasado, a pesar de que tuvimos una disminución de 18 por ciento de los vuelos a la isla, eso nos pegó”, informó Beatriz Tinajero.
La presidenta del organismo hotelero y directora general de Hoteles BF, explicó que parte de la afectación se debió al retiro temporal de varias aeronaves para mantenimiento, y al fortalecimiento del aeropuerto de Tulum, cuyos factores redujeron la cantidad de vuelos hacia la isla.
Pero hay confianza que cuando las aeronaves regresen al mercado, habrá una recuperación de rutas nacionales e internacionales, cuyo interés se centra en volver a conectar por aire con Guadalajara y fortalecer la presencia en mercados de los Estados Unidos, como California y Colorado.
Durante la temporada de verano pasada, este destino logró compensar parcialmente la caída en vuelos con la ausencia del sargazo, que puso a este destino en una condición de ventaja frente a otros del Caribe Mexicano.
Esta condición motivó a turistas que originalmente planeaban hospedarse en otros puntos de Quintana Roo para que visitaran Cozumel, en su gran mayoría cruzando desde Playa del Carmen.
Como resultado de este movimiento de paseantes, la ocupación hotelera registró un incremento de hasta 10 puntos porcentuales durante ese periodo.
Hasta hace unas semanas, la ocupación hotelera promedio fluctúa en 74 por ciento, que se ha visto impulsada por la realización de eventos deportivos que han contribuido al flujo de visitantes de una manera significativa.
Para la temporada de invierno, el sector hotelero prevé cerrar el año con cifras positivas, muy similares a las del año anterior.
Otro factor que resultó positivo fue que la operación marítima mostró un repunte importante, con la incorporación de un barco adicional en la ruta Playa del Carmen-Cozumel, lo que permite cruces con intervalos de cada 30 minutos.
Esta mayor frecuencia náutica ha beneficiado no solo al turismo de pernocta, sino también al comercio local y a los prestadores de servicios.
A lo anterior, se sumó la apertura de restaurantes y clubes de playa, y las experiencias turísticas que fortalecen la oferta del destino.
La apuesta que se ha hecho tiene que ver con turismo de mayor valor, interesado en la autenticidad, naturaleza, cultura e historia que genera una derrama económica más significativa.
Respecto al arribo de cruceros, el sector se mantiene estable, aunque existe una capacidad instalada de infraestructura portuaria que aún no se utiliza al máximo.
A pesar de ello, la estrategia se centra en equilibrar el turismo de cruceros con el de pernocta, en lugar de aumentar el volumen numérico.
La derrama económica de un turista que se hospeda en Cozumel es hasta 22 veces mayor que la de un visitante de crucero, por lo que la visión estratégica apunta a fortalecer este segmento de pernocta.




