POR KUKULKÁN
¿QUIÉN DIJO o se imaginó que en Cancún no hacía frío? La mayoría de los mexicanos creen que en esta afrodisiaca y soleada ciudad andamos siempre amorosos, sudorosos, chancla al pie y bermuda puesta. Y sí, la mayoría de los días del año el clima oscila entre los 28 y hasta 34 grados centígrados pero estos días han sido inmensamente infames, al parecer, porque se vinieron los osos del polo norte y de esa mole de hielo del sur que llamamos la Antártida llegaron bastantes pingüinos, de vacaciones. Ocho grados en Cancún es como una sensación térmica de menos cinco en Las Bahamas o en Los Ángeles. Una temperatura extremadamente atípica y para dejarnos en calidad de víboras congeladas. Ya no nos sale ni la sonrisa, caray.
EN 2018 las temperaturas bajas oscilaron ante la estupefacción social de 12 y 18 grados centígrados y los termómetros históricos no habían registrado tan espeluznante descenso, que para los habitantes del norte del país son como el clima normal de primavera, pero para los quintanarroenses es como si nos hubiéramos subido a un iceberg con todo y Titanic. La entrada de estas enormes masas polares procedentes del norte, como todos los años, no habían llegado con esta intensidad, según indagamos en los archivos secretos de la ciudad. Nueve punto seis grados son muy pocos para esta zona. Así que sin asustar, pero 2020 fue de los años con más huracanes, con la presencia del Covid-19 y ahora 2021 comienza con pingüinos y osos polares en la playa. ¿Qué nos quiere decir el planeta? Es pregunta.
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DE CADA diez publicaciones en redes sociales, fácilmente 70 por ciento se refieren al incumplimiento de las medidas recomendadas para evitar la propagación del virus SARS-Cov-2 que causa el Covid-19. Fotos de personas sin cubre bocas en transporte público o en lugares como centros comerciales, así como sujetos con celular en mano en espacios cerrados y sin mantener la distancia, además de gráficas de pruebas PCR apócrifas, etcétera, etcétera. Todas con un mensaje: el virus no existe, es puro cuento y no hago caso. Como si fuera un invento con tanta información y muchísimos muertos. Una desgracia que vivimos ante una gran cantidad de personas que no reaccionan por el incremento de casos. ¿Será otro virus alterno o parte de la naturaleza humana de negar las calamidades como “defensa”?
ANTE ESE fenómeno humano el gobernador Carlos Joaquín González dirigió un mensaje con ese sentido: “hago un llamado a todas y a todos los quintanarroenses a poner especial atención en el cuidado de la salud para devolverle a Quintana Roo su fortaleza, su recuperación económica que genera empleos y mejores condiciones de vida para la gente”. Una especie de ruego. Preocupante.
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AL PARECER Cozumel sí es una isla encapsulada para el mundo. Ayer el alcalde Pedro Joaquín Delbouis anunció, cuando desciende la actividad en todo el país, que en este primer trimestre de 2021 comenzarán tres rutas aéreas más procedentes de turistas de Estados Unidos. El Presidente Municipal resaltó que, gracias a los esfuerzos del Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo (CPTQ), el sector empresarial y la Dirección de Turismo Municipal, la aerolínea Frontier reactivará este mes los vuelos desde Chicago y Denver, después de seis años sin conectar con el destino. También se espera otro procedente de Filadelfia, de la compañía American Airlines, todos con una frecuencia semanal. ¿Qué tal? Y en Cancún se han perdido 80 por ciento de las frecuencias, además del cierre de los viajes procedentes de Canadá.
