- Cuatro estudiantes de la Escuela de Ingeniería y Tecnologías de la Universidad de Monterrey desarrollaron un vehículo sanitizador que combate el Covid-19.
STAFF / AGENCIA REFORMA
MONTERREY, MÉXICO.- Con la finalidad de proporcionar espacios más seguros y libres de bacterias y virus, cuatro estudiantes de la Escuela de Ingeniería y Tecnologías de la Universidad de Monterrey desarrollaron como Proyecto de Evaluación Final un vehículo sanitizante que combate el Covid-19, entre otros virus.
Nancy Morales Villarreal y Gabriel Guzmán Carrillo, del programa de Ingeniero Mecánico Administrador; junto con sus compañeros Fernando Peña Bedolla y Mario González Torre de Ingeniería en Mecatrónica, trabajaron en el proyecto los últimos meses de su carrera, asesorados por el profesor Raúl Quintero.
“Vimos las consecuencias que estaba causando la pandemia e identificamos que las organizaciones que más estaban siendo afectadas eran las pymes y algunos supermercados, debido a que sus clientes y empleados redujeron su asistencia debido a la incertidumbre que tenían sobre la salubridad de estos lugares.
“Así surgió la idea, apoyados de nuestro asesor, el doctor Raúl Quintero. Este carrito ayudaría a sanitizar espacios que brinden mayor seguridad al tenerlos libres de virus”, explicó Nancy Morales.
Los estudiantes comentaron que el proyecto desarrollado no es del todo nuevo, ya que en otros países existen modelos comerciales fabricados antes de que se declarara la pandemia; sin embargo, el costo de ellos llega a alcanzar el millón y medio de pesos.
El reto del equipo de ingenieros fue bajar los costos y hacerlo accesible para pequeñas y medianas empresas.
“Las piezas que utilizamos fueron fáciles de conseguir aquí en Nuevo León, la estructura es de perfil de aluminio, varios componentes electrónicos se consiguen en tiendas locales.
“Lo que más tiempo demandaría son los motores que son de Estados Unidos, pero llegan en un par de días o semanas. El prototipo que nosotros trabajamos ronda entre los 90 y 100 mil pesos”, señaló Gabriel Guzmán.
El proyecto desarrollado cuenta con un seguidor de líneas que permite llegar a diferentes puntos; tiene una duración de batería estimada de cuatro horas, lo que permite un alcance de dos kilómetros cuadrados. Cabe mencionar que el proyecto puede ser ajustable, dependiendo de las necesidades de cada cliente.
Uno de los principales componentes del vehículo sanitizante es la luz ultravioleta tipo C, responsable de cortar el ARN de bacterias y virus, gracias a su longitud de onda.
“Algo muy importante del vehículo es su equipo automatizado, que no requiere personal para operarlo, al contrario, no debe haber personas en el área, ya que trabaja con luz ultravioleta tipo C, peligrosa para los humanos. Incluso, el carrito tiene un sistema de seguridad que, al detectar gente cerca, se desactiva para evitar causar algún daño”, detalló Fernando Peña.
Está comprobado que la luz ultravioleta tipo C es capaz de desactivar bacterias y virus gracias a su irradiancia. Al ser la bacteria un organismo más grande que el virus, consideran que pueda combatir a ambos; incluso, durante el desarrollo del prototipo, los alumnos realizaron pruebas con la destrucción de bacterias.
Por su parte, Mario González explicó que, entre los planes a futuro, se encuentran mejorar el modelo con los comentarios recibidos en la presentación de su proyecto, así como otros ajustes que ellos han considerado después de terminar el primer prototipo. Entre los planes de los ingenieros, se encuentra comercializar el producto en nuestro país.
Para los recién graduados, el cursar sus estudios en la UDEM ha sido un factor importante que los motivó a poner todos sus conocimientos adquiridos en beneficio de la comunidad.
“Yo siempre he tenido presente el lema de ‘el hombre solo se realiza al servicio del hombre’ y, a lo largo de las clases, te lo van diciendo, más en los últimos semestres. Desde el inicio, platicábamos que queríamos hacer algo que ayudara a la comunidad y se nos dio”, aseguró Nancy.
En este contexto, Gabriel agregó que, como todos, había estado en la UDEM desde la prepa, pues tenían muy presente el servicio a los demás. “El estar en la UDEM nos abrió las puertas para desarrollarnos como personas y como profesionistas, creo que sí nos ha ayudado mucho a llegar a donde estamos y a intentar ser la mejor versión de nosotros mismos, obviamente, complementándonos como equipo”.
En tanto, Fernando y Mario coincidieron en que la institución les brindó las bases para poder dar el extra en este proyecto, incluso, al incorporar cuestiones que estaban más allá de su perfil académico. “Los valores que inculcan en cada uno de los estudiantes y la pasión de nuestros profesores son una combinación que nos ayuda a ver por la comunidad y buscar cómo mejorarla constantemente”, puntualizaron los estudiantes.
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