Mantienen a policías represores del 9N

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Liberan a policías represores del 9N
  • Las feministas agredidas a balazos viven con inseguridad y con miedo ante una eventual revancha de los policías señalados como responsables.
MARCO ANTONIO BARRERA

CANCÚN, Q. ROO.- Víctimas de la represión policiaca, las feministas agredidas a balazos viven con inseguridad y con miedo ante una eventual revancha de los policías señalados como responsables.

Sus temores tienen fundamento pues al cierre de esta edición, siguen en espera de la resolución de una Juez de Control sobre el proceso que seguirán los presuntos agresores de los hechos ocurridos en la explanada del municipio de Benito Juárez, Quintana Roo, el 9 de noviembre pasado.

“Vivir con miedo es algo muy feo, no duermes, te escondes y no quieres que te reconozcan”, coinciden tres de las 13 jóvenes víctimas de abuso de autoridad, que a pesar de sus temores, dijeron a Luces del Siglo, que seguirán exigiendo justicia por la falta de apoyo y el olvido que también enfrentan.

No es para menos, la agresión que sufrieron fue brutal durante la manifestación de protesta contra la violencia de género que fue callada a balazos en la Plaza de la Reforma de Cancún, donde hubo personas baleadas, golpeadas, lesionadas o abusadas sexualmente.

De una presunción de 80 uniformados que se desplegaron aquel día, únicamente hay 11 señalados como responsables con cargos menores, por abuso de autoridad, tipificado por la Ley como delito no grave, en un expediente que suma casi cinco mil fojas y que de resultar culpables únicamente se les separaría del cargo, el cual han defendido ministerialmente por ser su “sustento familiar”.

“Es demasiado injusto lo que nos tocó vivir porque nosotras sólo fuimos a pedir justicia por nuestra compañera fallecida Alexis (Bianca Alejandrina Lorenzana Alvarado) y nos quisieron silenciar horriblemente con armas de fuego. Fue una injusticia que no le deseo a nadie”, señaló Lenis, de 20 años de edad.

“No me siento segura, no duermo, tengo pesadillas, perdí mi trabajo y me quedé sin ingresos. Mi vida cambió muy drásticamente y muy terrible”. De los policías municipales, consideró, “actuaron como bestias, con ganas de hacernos daño”.

Otra víctima, Anette, de 19 años de edad, reconoció entre lágrimas que emocionalmente está muy mal y que su miedo es por lo que pueda pasar. “Temo por mi vida. Me dan mucho miedo los policías, cuando los veo agacho la cabeza para que no me vayan a ver y me reconozcan”. Su temor es igualmente fundado porque cuando se le detuvo se le exigió su nombre, dirección y se le tomó video.

Nunca había participado en alguna manifestación, dijo, esa fue la primera en toda su vida porque quería pasar del apoyo feminista virtual al presencial. Dijo que sintió miedo también de denunciar a quienes equivocadamente creyó que las iban a proteger, “pero fue todo lo contrario y desde entonces ya no salgo sola y mi familia me pide que mande mi ubicación a cada instante, aunque mejor no salgo. Me cuesta trabajo seguir con mi vida y conmigo misma me siento muy mal”. 

A la juez de Control la acusó de “ponerse del lado de los victimarios”, a pesar de que a ella la detuvieron y “fui golpeada, me asfixiaron, me robaron mis cosas, me rompieron mi celular con mucha violencia”.

Una más de las agredidas, Alie, de 20 años de edad, coincidió que también vive traumatizada desde que se pertrechó en el suelo, fue tomada del cabello, arrastrada hasta el interior del palacio municipal y golpeada en la espalda y en el abdomen con armas de fuego. “Parecía como si fuéramos animales. Fue horrible escuchar los gritos y los golpes. Ya no eres igual, tengo miedo que me reconozcan y me digan algo. La policía es un asco, estoy bien enojada porque siempre es lo mismo”.

Las víctimas coincidieron que están solas. Carecen de apoyo, ayuda médica, emocional o asistencia legal de las autoridades de los tres órdenes de gobierno por la violación de sus derechos, igual que en aquel momento les advirtieron los agentes “que los derechos ahí valían m… “. 

La joven dijo que quienes sufrieron impactos de bala pagaron las curaciones por cuenta propia, por lo que espera se haga justicia y “se arreste a los que nos golpearon”.

Hace más de tres meses (30 de noviembre), la Comisión de Derechos Humanos de Quintana Roo emitió la recomendación CDHEQROO/20/2020/II en la que enumeró una decena de puntos de cumplimiento al gobierno municipal de Cancún. 

Además de la ayuda médica y psicológica a las víctimas, el ombudsman estatal ordenó al ayuntamiento ofrecer una disculpa pública, erigir un monumento y dar acompañamiento a las víctimas durante el proceso de denuncia, pero no ha ocurrido.

El abogado de las víctimas contratado por el Colectivo feminista del #9N, Javier Sotelo Nava, presentó (el viernes pasado) la acusación contra los 16 integrantes del Cabildo de Benito Juárez, incluida la alcaldesa Mara Lezama, por su presunta omisión ante en el abuso de autoridad de los uniformados. 

Sin embargo, lamentan las afectadas, aun cuando los miembros del cabildo resulten responsables de los cargos imputados, la mayor sanción sería la inhabilitación para volver a ocupar cargos públicos y, al igual que los policías procesados, llevarían su juicio en total libertad porque se trata de delitos no graves. 

De comprobarse su responsabilidad, se podría inhabilitar a las actuales autoridades municipales para volver ocupar cargos públicos. “Son los mismos hechos pero diferentes responsabilidades”, refirió el defensor.

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