- Si bien el endeudamiento pueden ser manejados, las entidades se verán obligadas a recortar su gasto para cumplir los compromisos financieros.
JORGE CANO / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- Ante los menores recursos federales y el agotamiento de fondos de emergencia, las entidades de la República enfrentarán mayores presiones financieras en 2021 por el proceso electoral, aseguró Ricardo Gallegos, director ejecutivo de Finanzas Públicas y Deuda Soberana en HR Ratings.
Este año, los 32 estados del país tuvieron una reducción de 5.5 por ciento en las participaciones o recursos de libre disposición que reciben de la Federación.
Además, el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (Feief) se agotó en 70 por ciento, alertó el analista.
“La situación que estamos viendo económicamente es difícil para todos, incluyendo para los estados que tienen altas y bajas calificaciones.
“En 2021 y 2022 vamos a estar sujetos a la recuperación económica que pueda tener cada estado o municipio, a menores recursos extraordinarios por este Feief que no llegará en la misma cuantía que en 2020
“Y a procesos electorales que definitivamente ejercen presión en el gasto, como terminar obras públicas y liquidar créditos de corto plazo”, afirmó.
Ricardo Gallegos explicó que ante los menores ingresos en 2020, varios estados recurrieron a un mayor endeudamiento de corto plazo que deberán liquidar antes de las elecciones de este año.
Deuda promedio
HR Ratings estima que al cierre de 2020 este tipo de obligaciones representó en promedio 9.6 por ciento de la deuda los 11 estados que califica y que tendrán elecciones este año, por lo que el servicio de deuda promedio de dichas entidades en 2021 será de 10.7 por ciento de sus ingresos de libre disposición.
Si bien estos niveles de endeudamiento pueden ser manejados, las entidades se verán obligadas a recortar su gasto para poder enfrentar el pago de los compromisos financieros, comentó.
En el contexto de las elecciones, descartó que exista posibilidad de aumentos a los impuestos que cobran los estados. No obstante, habrá mayores presiones por modificar las fórmulas de distribución de las participaciones una vez acabados los comicios.
“La parte de las fórmulas siempre amerita una revisión importante para quitar incentivos negativos.
“Por ejemplo, a estados que tienen un incentivo de no crecer porque por ramos, como el 33, reciben muchos recursos y no tienen incentivos de recaudación y crecimiento económico”, dijo Ricardo Gallegos.
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