- La idea es que cuando las personas usen bicicleta quede el registro en la plataforma y cada que recorran 10 kilómetros reciban recompensas.
MARIO LÓPEZ / AGENCIA REFORMA
GUADALAJARA, JL.- A sus nueve años, Kamila Anaya tiene claro que hay que reducir la contaminación del aire en la Ciudad, y por ello armó un proyecto para impulsar el uso de la bicicleta a través de una aplicación que utiliza un esquema de recompensas.
Su idea, explicó Kamila, es que cuando las personas usen la bicicleta quede el registro en la plataforma y cada que se acumulen 10 kilómetros recorridos, los usuarios reciban un cupón de descuento aplicable en diferentes establecimientos.
“A mí me gusta mucho andar en la bicicleta, y pues a veces por mi casa huele feo de tanta contaminación y por eso se me ocurrió”, compartió Kamila, quien participó con dicho proyecto en un programa de emprendimiento para niños en Zapopan.
A Kamila, quien cursa el cuarto grado de primaria, lo que más le gustó de emprender fue que lo hizo a través del juego, con ejemplos y que no se vio limitada para exponer sus ideas.
Uno de los retos que vio en el proceso fue el presentar su proyecto, explicar sus características, funcionamiento y aporte, enfrente de varias personas, añadió.
“A mí me gusta emprender con juegos, tecnología, con ejemplos (…). Por ejemplo, para aprender cosas yo juego juegos en mi casa o me ayudo con la tecnología”, indicó.
Lo más importante para los niños, señaló, es que los papás los apoyen en sus proyectos, en este caso, de emprender y crear.
“En este proceso me ayudaron mucho (sus papás), como a hacer mi speech, a aprendérmelo y mis maestros me daban muchas fuerzas porque yo les platicaba del proyecto”, recordó.
Además, Kamila recomendó a los niños que estén interesados en desarrollar nuevas ideas, a que se animen a hacerlo con las bases del emprendimiento, que, desde su punto de vista, es un proceso divertido.
Grupo REEFORMA publicó miércoles y jueves las historias de otros dos participantes del programa municipal de emprendimiento para niños.
Uno es Fidel Sánchez, un niño de 8 años que desarrolló un kit con semillas orgánicas para que las personas cultiven sus alimentos en casa y eviten consumir vegetales producidos con químicos y agua contaminada.
Livier Padilla, de 9 años, desarrolló juegos y cuentos que enseñan igualdad de género a niñas y niños.
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