- Las criptomonedas son altamente contaminantes al requerir electricidad para su producción; bitcoin consume la misma energía que Argentina.
CHARLENE DOMÍNGUEZ / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.-La inversión en criptomonedas es cada vez más popular entre usuarios y empresas, pero pocos conocen su lado oscuro.
El más conocido es su alta volatilidad y con ella la posibilidad de que quien invierte en ellas pierda todo su dinero.
Pero hay otros aspectos y uno de ellos está relacionado con su alto impacto negativo al medio ambiente por la gran cantidad de energía eléctrica que requieren para producirse.
Las famosas criptomonedas, sobre todo Bitcoin que es la que tiene mayor capitalización de mercado y la que dirige las tendencias en el resto de criptoactivos, van en contra de las llamadas “inversiones verdes”.
También conllevan al problema de que cada vez sean más utilizadas para pedir rescates millonarios para liberarse de un hackeo o pagar un secuestro, advierten especialistas.
De acuerdo con la organización ambiental Sierra Club, ubicada en Pennsylvania, el consumo de energía anual de Bitcoin es comparable al de algunos países enteros, como Argentina y Ucrania.
Bitcoin produce 36.95 megatones de dióxido de carbono (CO2) cada año, comparable a Nueva Zelanda, y se estima que en 30 años Bitcoin podría aumentar la temperatura global en 2 grados Celsius, dimensiona el organismo.
El consumo de energía se da cuando se crean nuevas unidades de bitcoins en una computadora, un proceso denominado como “minar bitcoins” que gasta mucha electricidad por todo el tiempo que debe estar conectado a la luz.
La electricidad no es el problema, sino la forma en que esa energía está siendo creada, pues utilizan energías fósiles que contaminan mucho, dijo Ramsé Gutiérrez, codirector de Inversiones de Franklin Templeton.
“En el caso de México estamos convergiendo a estar haciendo electricidad cada vez con energías fósiles, estamos cambiando por ejemplo gas natural, que es mucho más limpio, por combustóleo; entonces en particular en México estamos convergiendo a usar una electricidad cada vez más sucia”, aseveró Gutiérrez.
Los rescates millonarios con criptomonedas son otro problema, y aunque han habido afectaciones a personas físicas, las empresas son las que están más expuestas a este tipo de fraude.
“En la mayoría de los casos los rescates son solicitados a través de las criptomonedas menos trazables.
“Esto genera un grave problema para las autoridades, ya que por su naturaleza la mayoría de las criptomonedas no están reguladas y se desconoce al dueño final, lo que hace difícil rastrear al perpetrador del delito una vez que el rescate ha sido pagado”, expuso Carlo Pérez-Arizti, socio de Baker McKenzie.
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