- La Guardia Nacional dejaría su carácter civil en la Secretaría de Seguridad y pasaría a ser un cuerpo militar que dependa de la Secretaría de la Defensa Nacional.
CLAUDIA SALAZAR / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- Con la reforma sobre la Guardia Nacional, el Presidente, Andrés Manuel López Obrador, quiere agarrar a los legisladores con los “dedos en la puerta” para que se apruebe por no haber otras opciones en materia de seguridad para el País, consideró la Presidenta de la Cámara de Diputados, Dulce María Sauri.
La diputada del PRI opinó que la intención del Primer Mandatario de presentar una iniciativa hasta el año 2023 es porque en marzo del 2024 concluye el plazo de excepción que se dio para que las Fuerzas Armadas participen en las labores de seguridad.
De acuerdo a la propuesta que el Presidente ha adelantado en sus conferencias de prensa, la Guardia Nacional dejaría su carácter civil en la Secretaría de Seguridad y pasaría a ser un cuerpo militar que dependa de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Sauri dijo que ello va contra el consenso que se generó al inicio del sexenio para crear la Guardia Nacional, pues fue condición de los diversos partidos, para votar a favor de la reforma constitucional, que fuera un ente civil, creado sí con militares para iniciar, pero con mandos civiles.
Recordó que en el Senado se retiró del dictamen la propuesta de los diputados de un consejo tripartita donde participarían los mandos de Sedena y la Marina, y se quedó que la GN solo dependería de la Secretaría de Seguridad federal.
“Hasta que se estableció en la Constitución su carácter civil, se logró la mayoría de votos necesarios para aprobar su creación”, precisó sobre el consenso que se logró para crear la Guardia Nacional.
En esa misma reforma, como parte de los consensos, recordó Sauri, se incluyó un quinto artículo transitorio donde se precisa la temporalidad sobre el uso de la Fuerza Armada, en lo que se consolidaba la Guardia Nacional.
De acuerdo a la ley publicada el 26 de marzo de 2019, durante los cinco años siguientes a la entrada en vigor de la reforma, en tanto la Guardia Nacional desarrolla su estructura, capacidades e implantación territorial, “el presidente de la República podrá disponer de la Fuerza Armada permanente sólo en tareas de seguridad pública de manera extraordinaria, regulada, fiscalizada, subordinada y complementaria”.
Sauri estimó que el Presidente quiere prolongar esta situación de excepción, llevando al nuevo cuerpo de élite a la Sedena, lo cual nunca tuvo el consenso.
“En este tiempo que ha transcurrido se debió trabajar en el fortalecimiento de las policías estatales y las municipales, para que estos cuerpos de seguridad se pudieran coordinar con la Guardia Nacional y hubiera una corresponsabilidad entre los tres órdenes de Gobierno, la Federación, los estados y los municipios.
“Como eso no ha pasado, como no se ha hecho nada con las policías locales, en el 2023, cuando ya estén los legisladores con los dedos en la puerta, porque se vencería el plazo del transitorio en marzo del 2024, el Presidente quiere presentar su propuesta sobre llevar a la corporación a la Secretaría de la Defensa Nacional”, advirtió la Presidenta de la Cámara sobre la continuidad de la militarización de la seguridad pública.
La última carta en seguridad
Indicó que sería la última carta a jugar por parte del Presidente en materia de seguridad, cuando en todo el sexenio se ha olvidado la tarea de mejorar las capacidades de los estados para enfrentar a los grupos criminales.
Sauri Riancho agregó que la propuesta que plantea el Ejecutivo federal es delicada y compleja para el País, por lo que requiere de mucho análisis por parte de la próxima legislatura en la Cámara de Diputados.
Lamentó que López Obrador haya cambiado sus posturas, ya que antes de ser Presidente estaba a favor del fortalecimiento de las policías civiles a nivel municipal y estatal, e incluso a nivel Federal.
“Cambió su propuesta ya cuando había ganado la Presidencia de la República. Él ha dado explicaciones respecto a este cambio de actitud y al final de cuentas como Ejecutivo es su responsabilidad ejecutar lo que las leyes le autorizan a hacer.
“Por eso es tan relevante estudiar con mucho cuidado y la propuesta de una reforma constitucional para hacer a la Guardia Nacional, ya no una institución de carácter civil, sino militar”, puntualizó la presidenta de la Cámara de Diputados.
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