- El retorno a clases presenciales y la política educativa en México se imponen, entre omisiones e imposiciones no se consulta a las comunidades.
IRIS VELÁZQUEZ / AGENCIA REFORMA
CIUDAD DE MÉXICO.- El retorno a clases presenciales y la política educativa en México se imponen, sin consultar a las comunidades escolares y sin un diagnóstico sobre planteles y aprendizajes, afirmó Mexicanos Primero, que llamó a las autoridades a dejar su postura de “oídos sordos”.
Laura Ramírez, directora de Activación en la organización, señaló que según datos oficiales, más de 23 millones de alumnos han vuelto a clases, pero consideró que el Estado no ha informado sobre los problemas, retos, carencias, falta de recursos y atraso académico, entre otros aspectos.
“Las familias con las que conversamos, nos hablaron de agobio por las nuevas formas de aprendizaje a distancia, las maestras y maestros expresaron preocupación por el 20 por ciento de estudiantes con quienes perdieron contacto”, expuso en conferencia de prensa virtual.
En tanto, David Calderón, presidente ejecutivo de Mexicanos Primero, reprochó que a más de año y medio no se tenga un diagnóstico sólido para dimensionar las carencias en las escuelas.
“Cayó en oídos sordos la necesidad de un diagnóstico sólido de los planteles, y que la certificación de los espacios seguros fuese responsabilidad de las autoridades e inspectores de salud, y no riesgo que se tienen que tragar los directores de las escuelas; ni siquiera, en las primeras semanas del anuncio, se había cambiado el documento del Consejo de Salubridad General para que no hubiera contradicción normativa con los semáforos.
“Ni qué decir de no tener un diagnóstico de agua y ventilación de las escuelas, ni resuelto la sustitución de los maestros con comorbilidades. Tampoco contamos, hasta hoy, desde el ámbito federal, con una respuesta clara de qué es obligatorio como protocolo, ni tampoco cómo puede diseñarse el escalonamiento adecuado para cada escuela, de manera que pueda ofrecerse el servicio educativo sin riesgos por la falta de sana distancia en cada aula y en todo el plantel”, agregó.
Recordó que la organización interpuso recursos legales para garantizar servicios básicos como luz y agua, infraestructura adecuada e insumos, pero lamentó que no hayan sido atendidos por las autoridades.
“Es hora de ya no acallar las voces, es hora de que las autoridades escuchen. Para que el regreso sea digno y seguro, para poder combatir el rezago, recuperar aprendizajes y reconectar a los ausentes, hay que escuchar.
“Si no nos escuchamos, seguirá la imposición, que es autoritaria y en el fondo estéril, pero sobre todo se va a ahondar la desigualdad educativa y se va a agravar la injusticia de la exclusión. Hay que volver, sí, pero sólo así: sólo escuchando”, insistió.
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