- La prueba de armas del 15 de noviembre provocó una rara intersección de dos componentes de las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Rusia.
STAFF / LUCES DEL SIGLO
WASHINGTON.- Las crecientes tensiones entre Estados Unidos y Rusia ponen en peligro los acuerdos de las agencias espaciales de ambos países y el símbolo del triunfo diplomático durante dos décadas: la Estación Espacial Internacional.
El mes pasado, funcionarios estadounidenses reaccionaron con enojo cuando el Ejército ruso hizo añicos un viejo satélite con un misil.
Según ellos, miles de pequeños fragmentos de nuevos desechos orbitales podrían poner en peligro a los astronautas en la estación espacial.
Si bien la amenaza para los astronautas ha disminuido, el impacto diplomático de la acción militar rusa prevalece.
La prueba de armas del 15 de noviembre provocó una rara intersección de dos componentes de las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Rusia.
Por un lado, la bravuconería y las provocaciones que definen su irritable relación militar; y por el otro, la vieja amistad entre la NASA y la agencia espacial rusa, publicó el diario The New York Times.
Durante años, los astronautas rusos viajaron a la órbita en el transbordador espacial, y cuando dejó de volar, la nave espacial rusa Soyuz se convirtió en el único viaje de la NASA en órbita durante casi una década.
La estación espacial también requiere la cooperación de las dos potencias espaciales para funcionar.
El segmento ruso depende de la electricidad generada por paneles solares estadounidenses, mientras que la estación en su conjunto de los equipos rusos para controlar su órbita.
Pero ahora, la prueba antisatélite, así como las crecientes tensiones entre Estados Unidos y Rusia sobre Ucrania y otros asuntos están complicando la amistad de décadas entre la NASA y Roscosmos.
A medida que las dos agencias intentan asegurar un par de acuerdos que mantendrían su relación, se encuentran con que los asuntos en el espacio no pueden evitar estar vinculados a los conflictos en la Tierra.
Los dos tratados, que han estado en proceso durante años, permitirían a los astronautas rusos volar en la cápsula Crew Dragon de SpaceX para viajes a la estación espacial, y el otro consolidaría la alianza de la estación espacial NASA-Roscosmos hasta 2030.
Ambos requieren la aprobación de funcionarios de la Casa Blanca cuya principal preocupación es desactivar el conflicto militar con Rusia por Ucrania, añadió The New York Times.
También deben pasar por el Departamento de Estado de Estados Unidos, en donde los funcionarios están considerando opciones para disuadir a Rusia de lanzar armas antisatélite en el futuro.
Los acuerdos para una mayor cooperación espacial se están entrelazando con reacciones a estos asuntos.
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