POR KUKULKÁN
SON LOS ÚLTIMOS suspiros del 2021, en la cosmología Maya, la Serpiente Emplumada lleva tiempo recogiendo a detalle lo que se ha venido tejiendo en el Nido de Víboras hacia el relevo en la silla del Palacio de Chetumal y así, durante los días más recientes y las últimas horas de este año que está por concluir, hay quien aún aspira a darle un giro al libreto preestablecido que da por sentado que Mara Lezama es la virtual candidata de Morena y la próxima gobernadora de Quintana Roo, a renovarse el domingo 5 de junio de 2022.
ESTA OCASIÓN no se trata de la combativa senadora Maybel Villegas Canché, tampoco del peligroso actor en retiro Roberto Palazuelos ni de la ilusa aspirante panista Mayuli Martínez Simón, sino de un correligionario, el senador José Luis Pech Várguez, segundo finalista de las encuestas aplicadas por Morena para definir candidato, quien se declaró inconforme con el proceso de selección interna y anunció una amplia gira por el estado para amainar la molestia de la militancia y los simpatizantes que no están de acuerdo con el resultado final.
A TRAVÉS de un breve video Pech Várguez, quien ya fue candidato a gobernador en 2016, dijo que emprende esta gira porque la gente no está convencida del método empleado por el partido para la designación de su candidato, por lo que realizará un recorrido por el estado a partir del lunes 3 de enero con lo que en los hechos estaría duplicando la labor que la dirigencia nacional de Morena le ha encomendado a la alcaldesa de Benito Juárez (Cancún) en su calidad de encargada de organizar los esfuerzos para la defensa de la Cuarta Transformación en Quintana Roo, así como del proceso de selección del o la candidata.
JUSTO cuando corren últimos minutos del 2021, este escenario ya anticipa una suerte de pleito o diferendo en las entrañas del Palacio Nacional, pues de todos es sabido que Mara Lezama es, nada más ni nada menos, que la consentida del presidente de México para imponer de una buena vez y por todas la hegemonía guinda en el sur-sureste mexicano, bastión político del Grupo Tabasco… peeero, ahí, en una oficina alterna, cerquita de Obrador, despacha Rafael Marín Mollinedo, fundador de Morena en Quintana Roo, quien semanas atrás fue acogido por las diferentes cámaras empresariales del estado para que se postulara como candidato.
AUNQUE él mismo se descartó bajo el argumento de que el presidente lo necesita más en el cargo de director general del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, sí alcanzó a advertir que tanto la designación de Mara Lezama como la de Marybel Villegas amenazaban la unidad del partido y, de no ponerle solución, ponían en riesgo un triunfo que Morena prácticamente ya tiene en la bolsa, con lo que dio a entender que ser requería una solución salomónica y postular a un tercero en discordia que podría ser precisamente el senador José Luis Pech, también fundador del movimiento en la entidad.
ENTRE los argumentos que encontró la dirigencia nacional de Morena para designar a Pech Várguez como finalista, fue la talacha que este realizó desde abajo para conformar en lo que ahora se ha convertido el partido guinda en la entidad que hoy figura como el favorito para ganar la próxima elección de gobernador, con el candidato o candidata que pongan. De todos los aspirantes que participaron en la contienda de selección interna, el ahora senador cuenta con mayor experiencia en la administración pública estatal, donde ha pasado por los diferentes peldaños hasta llegar a ocupar la Secretaría General de gobierno, el segundo hombre del gabinete, y sólo le ha faltado ser gobernador.
CUANDO Rafael Marín Mollinedo operó en la entidad el proceso de la elección presidencial de 2018 y estaba en busca de personajes con el perfil idóneo para que representarán al Movimiento de Regeneración Nacional, lo primero que pensó fue en invitar al rector de la Universidad de Quintana Roo que en ese entonces era el doctor José Luis Pech quien aceptó con las reservas que implicaba su participación en una opción política beligerante para el régimen neoliberalista, que le había impedido dos veces a Andrés Manuel López Obrador llegar a la silla presidencial y no había garantía que ganar la tercera de 2018.
POR TODA esta entrega al partido guinda es que el senador Pech Várguez se siente con los mejores atributos para encabezar la candidatura a gobernador, su problema ha sido vivir encerrado en su esfera académica, su acendrado nativismo, sus nexos con ex gobernadores corruptos como Félix González Canto y Roberto Borge Angulo, percepción que debe cambiar para convertirse en la verdadera opción de cambio.