Calla AMLO; ‘privatiza’ gira

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Calla AMLO; 'privatiza' gira
  • Andrés Manuel López Obrador decidió ayer no romper la veda electoral por la ratificación de mandato y decidió “privatizar” su gira por Nayarit.
BENITO JIMÉNEZ / AGENCIA REFORMA  

TEPIC, Nayarit.- El Presidente Andrés Manuel López Obrador decidió ayer no romper la veda electoral por la ratificación de mandato y decidió “privatizar” su gira por Nayarit. 

A la prensa se le había notificado que los dos eventos del Mandatario en este estado serían abiertos, pero al final la logística de Presidencia informó lo contrario. 

Sin embargo, López Obrador no perdió la oportunidad de dejarse apapachar por la gente, y que la prensa captara el momento. 

Tras el sobrevuelo de un puente en Rosamorada a bordo de un helicóptero Cougar de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), el Mandatario aterrizó en la comunidad de “El Ochenta”, uno de los pueblos más marginados del estado. 

Al tabasqueño, ya lo esperaban todos. 

“Ahí viene el señor Presidente”, decían los niños entre sonrisas nerviosas mientras fijaban sus cachuchas a la cabeza debido al viento que despedía la aeronave.  

AMLO descendió entre una nube de polvo. Alzó su mano izquierda y se dejó arropar.  

Decenas de pobladores rodearon al Mandatario para tomarse una foto, para entregarle peticiones o simplemente para saludarlo. Hasta un tepache para mitigar los 26 grados centígrados le dieron. 

“Toda la gente venimos a ver a la cabecita de algodón”, dijo Janeth Ruiz, una de las habitantes que tuvo acceso al punto de aterrizaje de la aeronave militar.  

En medio de una de las peores crisis de su administración, el Presidente recibió aplausos y el clásico grito “es un honor estar con Obrador”. 

Hasta pobladores con playeras del PRI rodearon al Mandatario, quien no dejó de alzar los brazos. 

Los elementos de seguridad del Gobernador morenista Miguel Ángel Navarro y de la Ayudantía pasaron por tropiezos y empujones para tratar de sacar al Presidente de la bola. 

Tuvo mejor suerte un niño, quien llegó al Presidente y le regaló un “pelón rico”, de esos de tamarindo enchilado.  

Otros más obtuvieron “selfies”. 

“Todavía tenemos mucho Presidente”, se oyó entre la gente.  

López Obrador también repartió besos a niños, y entre el tumulto logró llegar a su vehículo.  

“No estás solo, no estás solo”, le gritaron.   

Tras el apapacho masivo, el tabasqueño se trasladó por tierra a un tramo del Canal Centenario, una obra que viene siendo emblemática desde el sexenio de Enrique Peña Nieto.  

En 2013, el mexiquense anunció la obra y un año después iniciaron los trabajos con una inversión de más de 500 millones de pesos de un total proyectado de unos 7 mil 500 millones.  

El canal tendrá el objetivo de dotar agua a 43 mil hectáreas de cultivo de siete mil 643 productores de Santiago Ixcuintla, Rosamorada, Ruiz y Tuxpan. Pero Peña no lo terminó. 

El proyecto fue retomado por el actual Gobierno, y hasta el 2020 se hablaba de un 49 por ciento de avance en los 28.5 kilómetros del canal principal. Pero son más de 500 kilómetros en total de canales principales y secundarios.  

La actual administración estimó en más de 8 mil millones de pesos la culminación de esta obra, tema del que el Presidente no pudo hablar ayer. 

“No puedo hablar, estoy trabajando supervisando obras, no queremos que se mal interprete”, explicó al llegar a la obra. 

“Y lo que queremos es que haya democracia, que instalen más casillas eso es lo único que puedo decir”, expuso sin mencionar la palabra “revocación”. 

De lo que sí habló fue sobre la expresión “no puedo más”, que vertió el pasado jueves en Palacio Nacional. 

En esa ocasión López Obrador reiteró que al concluir su periodo en el cargo, el 1 de octubre de 2024, dejaría la vida pública de manera definitiva.  

“Ya lo interpretaron, lo que pasa es que hay mucha manipulación, voy a terminar si así lo decide el pueblo, voy a terminar en septiembre de 2024 si así lo decidí el pueblo, la naturaleza, y voy a dejar de trabajar si tengo que terminar aunque no les guste a los conservadores y a los fifís, porque tengo que terminar de consolidar el proyecto de transformación para que se destierra la corrupción y el pueblo mande”, dijo ayer a bordo de la camioneta que lo trasladó. 

De este lugar, Ruiz, se movió a Mazatlán, Sinaloa. De acuerdo con la agenda, el Presidente supervisará los avances de las presas Picacho y Santa María, actos que también serán privados.

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